Fue la película de Hamphry Bogart, "El Motín del Caine", por la que pude analizar los "Componentes Temperamentales" tanto del capitán del barco como sus marineros y descubrir tanto el principal como los dos secundarios, llegando a la conclusión de que un componente "paranoide" (que no paranoico) del jefe puede generar comportamientos indeseables en el grupo.
Estos días de atrás, la Selección femenina de fútbol se ha "amotinado" para echar al Seleccionador echándole en cara su incompetencia. Claro está, el Presidente de la Federación no ha aceptado las formas de las seleccionadas.
Está por ver si el Seleccionador Vilda actúa como "paranoide" en su equipo, y si las jugadoras se pueden tomar esas atribuciones juzgando aspectos de la competencia para lo que no están preparadas.
En aquel caso el Capitán acabó en un juicio militar y acabó manifestando su carácter casi enfermizo. La manera de actuar de la Selección femenina, pase lo que pase, ya sirvió para marcar negativamente al Seleccionador. Las formas se han viciado y la actuación colectiva no queda muy bien fundamentada”.