Se consiguieron las llaves que portaba ‘El guardián de las palabras’, que fue de la Plazuela de San Salvador a la Plazuela de Herrasti
La nuevamente calurosa mañana del Jueves de Feria concluyó con otro pasacalles, aunque en este caso fue bastante ‘corto’, ya que apenas tuvo dos escenarios: el inicial en la Plazuela de San Salvador, a las puertas del Palacio de la Marquesa de Cartago; y el final en la Plazuela de Herrasti, junto a la Torre de las Campanas de la Catedral de Santa María (en ambos casos el público se repartió por las zonas de sombra que había disponibles).
En realidad, se puede considerar que se representó en dos partes, cada una en un escenario diferente, El guardián de las palabras, que así se llama esta propuesta de la compañía madrileña generaciónARTes, que a diferencia por ejemplo del pasacalles del martes, sí que cuenta con texto, siendo clave de hecho para el devenir del espectáculo.
El montaje tiene como protagonista a un guardián (que va en zancos), que literalmente custodia las llaves de 4 puertas de acceso al universo de la literatura, que encierran leyendas, historias y cuentos populares. En este sentido, el fin del espectáculo es que los espectadores congregados vayan abriendo estas puertas bajo la guía de artistas e intérpretes, adivinando distintos libros que se esconden tras ellas.
De este modo, El guardián de las palabras se configura como un espectáculo de carácter cultural y literario, inspirado en la época de las Tres Culturas, que tiene como finalidad acercar al público la literatura popular y oral heredada de las antiguas tradiciones.