Serán claves la promoción de viajeros de otros países, la industria del español y la posible Capitalidad Mundial de las Artes Escénicas, además se descartan las tasas para visitantes
El Ayuntamiento de Salamanca trabaja en un plan de contingencia para el sector turístico de la ciudad ante "lo que pueda venir a partir de 2023" debido a la previsión de algunos expertos de una posible recesión internacional.
Así lo ha señalado el concejal de Turismo, Fernando Castaño, quien ha apuntado que hay "demasiadas señalas de alarma" con indicadores "similares" a los de 2008, por lo que la entidad local trabaja en posibles medidas para ayudar a un sector como el turístico que podría verse afectado.
Castaño ha destacado que los datos de julio en el turismo de Salamanca, los últimos conocidos, mejoran los de antes de la pandemia, unas cifras que, según sus palabras, son "motivo de orgullo", pero ha defendido la elaboración de un plan que permita encarar posibles dificultades en el un futuro turístico internacional por complicaciones en la economía.
Sobre el plan, ha detallado distintos "ejes" de actuación en los que trabajará el consistorio para ayudar al sector, uno de ellos es el de la promoción para "seguir ganando turistas", y ha incidido en el procedente de otros países. En este ámbito ha destacado convenios puestos en marcha ya como el firmado con Alumni USAL, además de resaltar las capacidades de Salamanca como destino para aprender español.
Asimismo, ha destacado productos que aportan "competitividad" como el actual bono de '2x1' para pernoctaciones, el turismo de congresos o "el aprovechamiento de oportunidades" por las infraestructuras con las que cuenta la ciudad desde la celebración en ella de la Capitalidad Cultural Europea en 2022.
Además, ha resaltado la celebración en Salamanca "con casi toda probabilidad" de la Capitalidad Mundial de las Artes Escénicas, para lo que trabajan "codo con codo" las concejalías de Turismo y de Cultura.
En cuanto a las tasas turísticas implantadas por algunos ayuntamientos y comunidades, Fernando Castaño se ha opuesto a ellas por suponer "más trabas" para la llegada de visitantes y ha apuntado que son fruto de políticas de "turismofobia" y de "sectarismo" que perjudican a las economías locales y a las empresas vinculadas al turismo.