Algunas de las tradiciones que se mantienen son las jerarquías novato-veterano, las rondas y 'parches' o los viajes
La tuna, en sus orígenes, está íntimamente ligada a la vida en la Universidad, especialmente a la salmantina. La formaban estudiantes sin mucho dinero que tenían que moverse y llevar música a tabernas y ciudades, ‘tunando’, para mantenerse. También cantaban y tocaban en tabernas para ganarse la ‘sopa boba’, por lo que se denominaban ‘sopistas’. Su itinerancia llevó esta tradición por toda España y buena parte del mundo y continúa siendo seña de identidad hasta la actualidad de las costumbres universitarias.
Conocidos por su picardía, ya en 1846 ‘El Fénix. Periódico Universal, Literario y Pintoresco” hace referencia a la fama del estudiante. “Esta hermosa palabra que debiera llevar al hombre que se anuncia con ella el respeto debido al talento y saber, es el asombro de las madres, el terror de las abuelas, y e l — no lo sabemos, de las hijas y nietas. ¡Cáscaras! contestará nuestro hombre; ¿el que cursa? el que tunea”. Y así, etimológicamente también se propone que la Tuna provenga de la palabra ‘tunante’.
Los estudiantes afiliados a la tuna llevaban bandurrias, laúdes, panderetas o castañuelas y cantaban rondas, el género estudiantil por excelencia. La variedad instrumental ha ido creciendo, así como su repertorio, que ahora abarca al conjunto del folclore español: jotas, pasodobles, vals y composiciones propias de cada agrupación. En 1538 dejaron de tener que actuar por las calles para subsistir, fueron acogidos por las viviendas benéficas para bachilleres.
Sebastián, actual tuno de la Tuna Universitaria de Medicina de Salamanca, explica que a través de los años las tradiciones que se tratan de mantener “están muy relacionadas con la vida universitaria que se llevaba antaño”. Así, se mantienen las jerarquías de novatos y veteranos, en la que los segundos instruyen a los primeros “qué es la tuna, cómo se organiza” e incluso a cantar y tocar instrumentos. En definitiva, lo que denomina como 'negro menester'.
También se mantiene la tradición de cantar en la calle, conocida como ‘parche’, y las rondas, que consisten en ir a cantar bajo el balcón de alguna chica o chico. La itinerancia se sigue manteniendo en forma de viajes, “la tuna es como un pasaporte directo, no solo en España sino en el mundo entero”. La antigua ‘sopa boba’ se ha convertido en pasar la pandereta y actuar en eventos para conseguir dinero.
Los tunos y tunas llevan una indumentaria característica, compuesta por la capa, el jubón, la camisa blanca y los pantalones abullonados. El traje culmina con la colocación de la beca, con un color característico de cada rama universitaria. Las tunas se suelen dividir en facultades universitarias a las que pertenecen sus miembros, aunque su organización depende de la tradición de cada distrito universitario.