Se corrieron reses de Sánchez Arjona que no defraudaron en los dos eventos en los que participaron
El País entero se encuentra inmerso en fiestas, donde en cada rincón brota la algarabía y paroxismo festivo de distintas maneras y costumbres.
En la comarca de Ciudad Rodrigo, ya en tierras fronterizas con Portugal, se viven las fiestas de verano de una forma similar a la del resto de España, con la particularidad de su entorno pedregoso y natural, donde el marco de cualquier actividad ensalza el acontecimiento.
Así ocurrió la mañana del sábado en la localidad de Casillas de Flores, donde se celebró un vistoso encierro a acaballo encuadrado en un formidable marco a nivel paisajístico.
EL encargado de que todo saliera bien fue Francis Cuesta, de la empresa local Dehesa Raya S.L. con su equipo de encerradores, los cuales tuvieron un amago de problema al salir las vacas del prado al darse la vuelta.
Rápidamente la buena disciplina de los caballistas hizo regresar a las reses de Fernando Sánchez Arjona a la puerta de salida, donde ya fue todo “coser y cantar”, ofreciendo unas maravillosas estampas que agradaron a la gran multitud de público que se acercó a la zona aneja al casco urbano del pueblo donde se llevó a cabo el evento.
Durante el desarrollo del acontecimiento, como ya es tradición, el público asistente podía degustar de un plato de patatas “meneás” con tocino preparadas por el casillano Felipe Antúnez, que todos los años colabora con esta acción solidaria a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer donando lo que voluntariamente entrega cada comensal a cambio del plato de patatas y un buen trago de vino de la tierra.
Una vez el ganado bravo encerrado en los corrales de la Plaza de Toros, hubo que esperar a la tarde para ver lidiar a los novillos por dos alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
Al terminar estos, se procedió a una capea tradicional con el resto de reses del encierro a caballo protagonizado por la mañana, donde los mozos de Casillas y de pueblos alrededor pudieron demostrar sus habilidades y valentía frente a las cornúpetas.
Tras los eventos taurinos, la fiesta continuó con una discoteca móvil, que durante el transcurso de la velada las peñas celebraron el numeringo.
Las fiestas continuarán hasta el lunes día 15 de agosto con una comida popular en el parque de Cantarranas que servirá para estrechar lazos entre los casillanos.