Dependiendo de cada persona y de sus necesidades, estos productos son o no recomendables
En una entrevista al doctor Álvaro Sánchez Barrueco, médico adjunto de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid), y del Hospital Universitario General de Villalba. En general, dice que en sí estos no son malos para nuestra salud, especialmente porque nos protegen de la entrada de agua y de los ruidos intensos.
Eso sí, precisa que debe adecuarse su uso y las necesidades a cada persona: "Su uso indiscriminado y su colocación profunda pueden llevar a que la cera se impacte en el tímpano y genere molestias, o daños serios. Por eso, si se usa de manera continuada los tapones, y se sienten molestias es conveniente que esto sea evaluado un médico por si estuviera haciendo un tapón de cerumen u otra complicación".
Este otorrinolaringólogo recuerda en este punto que en el caso de bañarnos en el mar o en la piscina, el hecho de que entre agua en el oído no es dañino ni malo para la salud, aunque sí reconoce que en algunas personas puede ser molesta, e incluso favorecer infecciones.
"Aquellas personas que tengan unos conductos muy estrechos o con alguna curvatura tendrán facilidad para la entrada de agua, pero dificultad para su posterior salida. Ello puede hacer que se remanse el agua y se provoque una infección en forma de otitis externa", advierte el doctor Sánchez Barrueco.
De igual modo, sostiene que las personas que tiene una dermatitis o un eccema del conducto auditivo externo son más propensas a que se pueda infectar esa piel, derivando este tipo de otitis, que se caracterizan por un dolor intenso y por supuración maloliente.
Por otro lado, menciona igualmente a las personas con cirugías previas del oído, una perforación timpánica, o bien que son portadoras de un drenaje de tímpano (muy habitual en niños). "Estas personas tienen absolutamente contraindicado la entrada de agua por que la misma provocaría un importante dolor y una más que probable infección en forma de otitis media aguda. En ambos casos, el uso de tapones está absolutamente recomendado", aclara el doctor.
Preguntado por si es idóneo el empleo de los tapones en aquellas personas que nadan con frecuencia, sostiene que si no se presenta patología previa en el conducto o en el tímpano no es necesario el uso de tapones. Sin embargo, sí precisa que muchos nadadores habituales los usan para evitar la entrada de agua que, a veces es molesto, y para minimizar la posibilidad de sobreinfección.
Con todo ello, este experto remarca que estaría indicado el uso de los tapones a la hora de nadar en aquellas personas que tienen algún problema en el conducto (conducto muy estrecho o con dermatitis) o en el tímpano (perforaciones timpánicas, cirugías previas y drenajes), siempre con el objetivo de evitar la entrada de agua.
Por otro lado, el doctor Álvaro Sánchez Barrueco subraya que, en general, se recomienda el uso de tapones de silicona, o bien el de los hechos a medida (una masilla que se introduce semilíquida en el conducto, y que, una vez solidificado, toma la forma del conducto de la persona, adaptándose casi perfectamente).
"No se recomiendan los tapones de cera (por que se descaman y se quedan restos en el conducto) o de materiales que puedan empaparse y no ser, por tanto, aislantes del agua. El uso de un algodón con vaselina es muy útil, pero durante la natación tiene mucha probabilidad de salirse accidentalmente; por lo que se suele recomendar para la ducha", sentencia el otorrinolaringólogo de la Fundación Jiménez Díaz, y del Hospital Universitario General de Villalba.