Por supuesto, no espere que le de consejos, porque precisamente las vacaciones deben ser tiempo en el que el “ocio” debería estar en nuestras manos.
No todo el mundo puede hacerlo, unos por falta de medios y otros por obligaciones familiares o de otro tipo. Pero, por mi parte, felicitarle por las vacaciones y haga lo que quiera y pueda, ya sabe que querer no siempre es poder.
He leído estos días consejos para las personas viejas (mayores, si le molesta el buen castellano), que me han sorprendido, referidos a las lecturas más recomendables. En resumen, aconsejan lecturas de libros de ficción y desaconsejan libros de ensayo.
Nada tengo contra estos contenidos literarios de este tipo, ni de ningún otro, si usted lo elije, le entretienen, divierte, disfruta de su calidad literaria, su contenido, su trama, etc. ¡Usted misma!.
Pero me ha molestado que desaconsejen los ensayos. Y me pregunto ¿Será porque los viejos, en general, no los pueden entender? ¿Tal vez porque no deben pensar? ¿O es que es mejor negar la realidad? ¿O deben dejarse cuidar, no ocuparse de la sociedad donde viven? ¿En la vejez no es tiempo de opinar, pensar y sentirse miembro de la comunidad? ¿Defienden el eslogan “no piense diviértase”?
Hay tiempo para todo o casi todo, especialmente si hablamos de leer.
Lo triste es que el abanico de cosas que podemos hacer en la vejez lo vamos cerrando a lo largo de la vida, voluntariamente, por fallos familiares y escolares, por las condiciones laborales agotadoras, enfermedades, falta de medios y tantas cosas más.
Muchas personas no han podido aprender a disfrutar de la lectura, la música y todas las artes y gozos compatibles con la vejez. Aún así, muchas personas viejas disfrutan del “dulce hacer nada”, “pasear con amigos o amigas”, viajar y tantas cosas más.
Haga usted lo que quiera y pueda, las vacaciones y la jubilación debieran ser una puerta abierta a la vida y sus goces, elegidos y vividos de forma más libre. Libertad siempre condicionada, pero con márgenes que hay que agrandar, no limitar con este tipo de consejos.
No vivir “matando el tiempo” o “aburrido como una ostra” o “llenándolo con el ruido” de la publicidad y el consumo: “no piense, diviértase”
¿Qué quería decir Fray Luis de León cuando aconsejaba huir del “mundanal ruido”? ¿Y qué más aconseja?
Lo escribió siendo ya viejo, en versos inolvidables. Esa sí que es una poesía sabia, para disfrutar y pensar.
Por cierto, este gran poeta dice disfrutar con el silencio lleno de sentido: una fuente, el correr del agua, el huerto y los cantos de los pájaros. También mira al cielo, en la Flecha, junto al Tormes, en otra gran obra sobre el ·Cielo estrellado de Salamanca”.
Por cierto, ya he sugerido, más de una vez, que esta finca y este huerto deberían recuperarlo el Ayuntamiento y la Universidad; y hacer una biblioteca dedicada a la poesía española. Un complemento a los florecientes cursos de español que ofrece la Universidad y una gozada para todos los ciudadanos. Buen verano.