En 2020 se cumplieron 200 años del nacimiento de esta escritora y precursora del feminismo, una de las figuras más destacadas de la historia de la Cruz Roja
Correos ha emitido este lunes un sello dedicado a Concepción Arenal, escritora y precursora del feminismo, una de las figuras más destacadas de la historia de la Cruz Roja y también una de las pensadoras más importantes del siglo XIX en España.
La emisión de este+ sello se incluye dentro de la serie Mujeres Escritoras y pertenece a la colección de #8MTodoElAño, dedicada a mujeres emblemáticas en la lucha por la igualdad.
Concepción Arenal, nacida el 31 de enero de 1820 en Ferrol (Galicia), se enfrentó a las convenciones de su tiempo y se dedicó a defender a las personas más desfavorecidas. Su firme convicción por aprender, una curiosidad intelectual que nunca sació por completo, guió sus primeros años de vida, aun todavía cuando su madre se oponía formalmente a que cursara estudios superiores.
Decidida a llevar a cabo sus propósitos, a Concepción Arenal no la detuvieron los estereotipos y prejuicios que teñían su tiempo. De hecho, la pensadora gallega no dudó en asistir a algunas clases de Derecho en la universidad, pese a no poder cursar la carrera ni alcanzar ningún título. Lo hizo, además, “vestida de hombre” (utilizó pantalones), como recogen las informaciones de la época.
En 1870, Concepción Arenal fundó La Voz de la Caridad, un periódico que a lo largo de sus catorce años de vida utilizó para denunciar los abusos e inmoralidades presentes tanto en hospicios como en cárceles de la época y que logró convertirse en una publicación de referencia a nivel europeo. En aquel momento, los edificios carcelarios resultaban espacios sórdidos donde las personas presas se hacinaban y donde toda expectativa de reinserción social quedaba difuminada y descartada. Desde las páginas de esta publicación, Arenal luchó por defender la necesidad de reincorporarlas a la sociedad y promulgó la importancia de brindarles una segunda oportunidad.
La escritora gallega también impulsó un proyecto llamado “el patronato de los diez”. A imitación de lo llevado a cabo en Francia, la iniciativa consistía en que diez familias adineradas se pusieran de acuerdo para ayudar a una familia sin recursos. Una labor benéfica que Arenal consolidó, además, en la Cruz Roja, donde en 1869 la duquesa de Medinaceli ya había establecido la rama femenina del movimiento, que Arenal hizo suya. Entre otros quehaceres, Concepción Arenal dirigió personalmente , durante el transcurso de la tercera guerra carlista, el Hospital de Sangre de Miranda de Ebro, donde atendió a los soldados de ambos bandos.