SOCIEDAD
Actualizado 09/07/2022 11:13:48
Elena Esteban

Los accidentes de tráfico y las operaciones por la tarde implican más trasfusiones pero la gente se va de vacaciones y tiende a olvidarse de donar

En verano llega la época de los desplazamientos, de descansar y alejar la mente de las preocupaciones cotidianas. Esto, que para la mayoría es un motivo de felicidad, preocupa a la Hermandad de Donantes de Sangre de Salamanca. Es la temporada baja de las donaciones porque “la gente se va de vacaciones, tiende a olvidarse”, justifica Fernando Barbero, presidente de la misma.

En cambio, los viajes en coche aumentan, los accidentes de tráfico también, y en un alto porcentaje de ellos se necesita una transfusión. Por ello, en verano siempre se precisa más sangre que en el resto del año, y “más aún este año que se han puesto en marcha las operaciones por la tarde”. Para evitar posibles problemas derivados de este déficit, Fernando recuerda a los donantes que se acerquen a hacerlo antes de marcharse de vacaciones.

Nuevas generaciones de donantes

Donar sangre es un gesto altruista, voluntario y anónimo, España es un referente mundial en ello. En 2021, la Federación Española de Donantes de Sangre registró 1.720.402 donaciones. Entre las comunidades, Castilla y León es de las más concienciadas, se sitúa segunda en el ranking de donantes, después de Extremadura.

Sin embargo, se trata de un sector envejecido. En la comunidad el tramo que más dona es el de los 48 años en adelante. Es necesario un relevo generacional porque la edad máxima para hacerlo son los 65 años. Raúl empezó a donar a raíz de la pandemia, cuando tenía 19 años. Lo hace regularmente aunque reconoce que en épocas de mucho trabajo en la Universidad espacia más sus visitas a los puntos móviles de donación.

Lucía también espera a que se acerquen a su Barrio, Garrido, “sobre todo cuando me llega el SMS al móvil por el carnet de donante”. Lleva haciéndolo dos años, ahora tiene 21, y muchas veces va con sus amigos. Entre los motivos de la gente para no donar está el miedo a las agujas. Ella es aprensiva para la sangre, aunque explica que “no es doloroso realmente pero juega el papel de la mente”. Raúl cuenta que la primera vez que fue a donar estaba nervioso y le preguntó “absolutamente todo” a las sanitarias que le atendieron.

El proceso de donación dura apenas diez minutos, ambos coinciden en que “no cuesta”, y si pueden ayudar, lo hacen de esta forma. Los hombres pueden donar hasta cuatro meses al año, las mujeres tres. La Hermandad de Donantes se mueve bajo el slogan: “donar sangre no duele, necesitarla sí”. Gracias a este gesto, en 2021 se pudo atender a los 493.000 pacientes que lo hicieron.

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