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TOROS
Actualizado 08/07/2022 13:28:54
María Fuentes

“El principal objetivo que me marco ahora mismo es acabar el año como matador de toros, creo que estoy preparado para tomar la alternativa”, explica

Antonio Grande no se ha ido, aunque su nombre no suena con fuerza esta temporada 2022 dentro del escalafón novilleril. Han sido ya muchas las Ferias importantes cerradas y el novillero de San Muñoz no está anunciado. Pese a ser uno de los novilleros salmantinos que más interés había despertado en los ciclos anteriores, ahora vive un momento “de cierto parón”. “Estos parones son normales y les han pasado a muchos toreros a lo largo de su trayectoria, yo sigo con las mismas ganas e ilusión de siempre”, explica.

Empezó en la Escuela Taurina de Salamanca cuando sólo tenía 10 años. “Mi padre es picador de toros y he vivido cerca del toro desde que tengo uso de razón, a nadie en casa le sorprendió cuando dije que quería ser torero”. Mató su primer novillo en el Cubo de Don Sancho con 14 años, en su etapa sin caballos ganó el Bolsín de Ciudad Rodrigo y el de Ledesma, y en poco tiempo se convirtió en uno de los alumnos más aventajados del colectivo de la Diputación hasta su debut con picadores en la plaza de toros de La Glorieta de Salamanca el 12 de septiembre de 2017, en una tarde que compartió cartel con Leo Veladez y Toñete y que se saldó con tres orejas en el esportón, por lo que fue proclamado ese año triunfador de la Feria Virgen de la Vega. A partir de ahí, ha estado anunciado en plazas de importancia de Madrid, Sevilla, Pamplona o Valladolid, entre otras.

Su día a día lo marca su profesión, y su única profesión es el toreo. “Hay que estar preparado siempre”, explica. Recibe a SALAMANCArtv AL DÍA en una nave ubicada en Castellanos de Villiquera, donde centra sus entrenamientos.

¿Cómo te encuentras?

Estoy bien y anímicamente ilusionado, aunque estoy viviendo un año totalmente diferente, es algo nuevo para mí, muy atípico; nunca me había visto en la situación de estar tan parado, sin torear, pero creo en mí y en las condiciones que tengo, yo sé que esta profesión es así, esto puede cambiar de un día para otro y lo que tengo claro es que tengo que estar preparado y centrado al 100% en el toreo para que el día que llegue la oportunidad estar a la altura y dar la cara.

¿Qué ha provocado este parón? El año pasado por estas fechas eras finalista del Circuito de Novilladas de Castilla y León y con un buen ambiente…

Ha sido un conjunto de todo… en el Circuito de CyL tuve muy mala suerte con los lotes, y aún así llegué a la final, era algo muy importante para mí y no ganarlo me perjudicó sin duda. A partir de ahí vino un parón frente a otros compañeros que iban cerrando contratos, pero yo soy consciente de que esto es muy común en el toreo, son etapas; yo sé que la moneda puede cambiarse en cualquier momento, no pasa nada. Mientras mantenga la ilusión todo se puede cambiar.

El final de la temporada pasada vino también con la ruptura de apoderamiento con el matador de toros salmantino Alberto Revesado, ¿quién pelea por ti ahora en los despachos?

Sí, mi relación profesional con Revesado acabó, pero no acabó mi amistad y mi agradecimiento hacia él. Creímos que fue lo mejor para ambas partes y ahora toca seguir nuevos caminos. No tengo apoderado como tal, pero son muchos los profesionales taurinos que me están ayudando y que ven en mi las condiciones para que esta temporada pueda reconducirse.

¿Reconducir la temporada se traduce en lograr la alternativa tan esperada?

Sí, sin duda ese es uno de los principales objetivos. El mayor sueño que me marco ahora mismo es acabar el año como matador de toros, creo que estoy preparado para tomar la alternativa y que a partir de ahí tendría mucho que decir ya como matador de toros. En ello estamos, hay negociaciones y sí creo que algunas de las plazas con las que se está hablando pueda salir adelante, hay posibilidades.
Yo me sigo preparando igual que siempre, como si tuviera cerradas veinte novilladas. Mucho entrenamiento físico y no he perdido el contacto con los animales gracias a todos los ganaderos que me invitan a tentar en sus casas, eso hace que no esté parado, siempre buscando evolución en mi toreo para que el día que pueda expresarme demostrar y sorprender a la gente que me sigue.

Lograste entrar el pasado 19 de junio en una de las novilladas de verano en Las Ventas con un encierro de Los Chospes, pero las cosas no salieron bien…

No, la verdad es que tuve mala suerte con el lote, fueron dos novillos muy exigentes y muy complicados para triunfar en Madrid, pero me sirvió mucho para mí mismo, para volver a sentirme torero al enfundarme el traje de luces de nuevo, sobre todo para saber que soy capaz y que tiene que llegar esa alternativa para poder expresarme y demostrar mi concepto del toreo.

¿Cómo definirías ese concepto?

Me considero un torero profundo, muy puro, creo que tengo un toreo de clase y poderoso. Estoy buscando el toreo más natural, más estético, y es donde yo me siento. Es el concepto que siempre he querido y estoy buscando. Sigo trabajando mucho con el capote porque ha sido mi seña de identidad, siempre me ha gustado mucho torear con el capote y tengo la gran suerte de torear bien, pero siempre hay que pulir cosas y seguir mejorando cada día.

¿Ahora mismo no tienes ninguna tarde cerrada?

No, estamos luchando. Ojalá todas esas opciones que están sobre la mesa salgan adelante, aún queda temporada. A mí me encantaría estar en diferentes plazas, pero sobre todo Salamanca, que es mi plaza talismán. No es porque sea la plaza de mi ciudad, pero es sin duda la plaza en la que más me siento torero, y ha sido importantísima para mí, es con la que siempre he soñado y además siempre que la he pisado me ha dado triunfos; he salido sin caballos dos tardes a hombros y con caballos he toreado 3 veces en ella y en total en 3 tardes 7 orejas; es una plaza que me ha marcado muchísimo y ojalá pueda pisarla muy pronto.

Además de Salamanca, ¿qué tardes guardas con especial recuerdo?

Sin duda mi debut en Sevilla, una oreja en la presentación y una vuelta al ruedo al segundo, fue muy emotiva; y después de esa tarde, con la moral altísima, vino mi presentación como novillero en Madrid 3 días después y si no hubiera pinchado habría podido cortar una oreja; hay muchas tardes que me han marcado como torero y como persona y por esas cosas no pierdo la fe y la ilusión porque el toreo es mi vida y no voy a rendirme.

¿Qué es lo más difícil de esta profesión?

Es una profesión que requiere mucha entrega y dedicación, al toro hay que darle todo y estar centrado al 100%, si no luego enseguida lo acusas cuando estás delante de los animales. Es una profesión dura pero luego cuando llega una tarde de triunfo y ves que las cosas salen bien todo compensa y hace que todos los esfuerzos merezcan la pena.

FOTOS: PABLO ANGULAR

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