Así la denominó Pedro Escartin y siempre me afilié a esa esencia del juego del fútbol, negándome sistemáticamente a otras opiniones que abogaban por su desaparición, sin analizar otras circunstancias y trascendencia en la globalidad del juego.
Eso si, en la actual aplicación de la norma con el VAR, siempre he sido muy crítico porque han fabricado protocolos con premisas susceptibles de "barrer para casa" y añadiendo desconfianzas al desarrollo de un juego justo.
Ahora se anuncia para el próximo "Mundial Catar 2022" una aplicación semiautomática con la pretensión de añadir más acierto y menos pérdidas de tiempo. Insisto, yo nunca aceptaré que una posición de fuera de juego se "mida por una ceja, un flequillo, una uña de la mano o una nariz". Esto es un absurdo que vulnera el espíritu de la Ley. Porque, en caso de duda, la aplicación de la Regla debe favorecer siempre al juego de ataque.
La tecnología que viene se anuncia como más rápida y precisa en la toma de decisiones. La herramienta permitirá calcular con precisión el momento del golpeo al balón por parte del pasador y la posición de delanteros y defensas implicados en la jugada.
Pierluigi Colina, director de arbitraje de FIFA, ha dicho: "En el fuera de juego semiautomático podemos crear animaciones en 3D que pueden explicar si un jugador estaba fuera de juego y que parte de su cuerpo está adelantada".
Otras veces, ya he mantenido que la referencia para pitar penaltis son la posición de los pies, y no acabó de entender por que en el fuera de juego quieren fijar otras superficies distintas.
Por supuesto, la nueva tecnología servirá para ayudar al arbitraje y no pretenderá suprimir a los jueces de línea.