Multitud de robledanos y forasteros acompañaron a los jóvenes en su gran hazaña
Robleda vive en estos días las fiestas de San Juan al igual que toda la subcomarca del Rebollar.
Hay costumbres muy arraigas que se aferran a nuestros tiempos y mantienen viva la llama festiva y de unión entre las gentes del lugar. Una sensación de melancolía y a la vez alegría al contemplar a esa juventud celebrar con un paroxismo excepcional las fiestas que unen y que dan vida al menos por unos días a las tranquilas calles de nuestros pueblos.
El día de San Juan en la localidad de Robleda, estuvo en un primer momento dedicada al panegírico del Santo, para después continuar con una lista de actividades que tendrán ocupados a jóvenes, mayores y niños durante todo el fin de semana.
La tarde del viernes día 24 estuvo marcada por un ambiente muy festivo y concurrido, lleno de colorido que aportaban las peñas envueltos por el son de la música de charanga y gritos de alegría.
Javi, Leire, Sarita, Ananlu, Pedro, Lucía, Marcos, Magaly y Juanjo, son este año los quintos de Robleda, con lo cual fueron los encargados de ir a cortar un enorme pino al monte para después izarlo en una de las calles del pueblo.
Esta hazaña la acometían antiguamente los mozos que se iban a la mili, es decir los que entraban en quinta al cumplir 18 años. Hoy en día, con 18 años los muchachos y muchachas no están capacitados para traer un pino de esas dimensiones por ellos mismos del monte, lo cual son ayudados por sus mayores y profesionales de la madera, ya con su maquinaria y herramientas para ello.
Los quintos fueron recibidos a la llegada del monte por cientos de robledanos y forasteros que esperaban impacientemente con una charanga la llegada de los jóvenes, que hicieron su aparición subidos en el pino que a su vez era transportado por un gran tractor.
Una vez en el pueblo se procedió al izado del pino, el cual estaba adornado con las tradicionales cintas y globos.
Los mozos más atrevidos intentaron subirse a la copa, compitiendo entre ellos a ver quién subía más alto.
Todo esto en medio de un ambiente festivo acompañado por una charanga, que mientas amenizaba la fiesta, los quitos y quintas ofrecían sangría a todos los asistentes.
Para el sábado día 25 habrá una capea al estilo tradicional a las 18h.
Las fiestas terminarán con una paella popular el domingo para todos los asistentes