El club, en una Asamblea General Extraordinaria, presentó la opción de adelantar el pago de los carnets de socio a cinco y diez años, y realizar donaciones para asumir el coste de la instalación
“Unionistas es de todos y no de un millonario”. Así es la letra de uno de los cánticos que se llevan escuchando durante años en el Rosa Colorado, Las Pistas, el Reina Sofía –las tres casas que ha tenido el gran abanderado del fútbol popular– o en los distintos feudos del panorama español. Sin embargo, cada vez está más claro que no es un grito al viento, sino que es algo real.
Ante la enorme problemática que existía con el estadio en el que actualmente juegan los blanquinegros, por la obligatoriedad de cambiar la hierba artificial por natural para competir en Primera RFEF, el club reaccionó a las mil maravillas de cara a encontrar una solución y asumir los 300.000 que cuesta la instalación de la citada superficie.
Así, la directiva llegó a un acuerdo con el para que fuese Unionistas el que llevase el peso de los gastos pese a ser un terreno municipal –compartido con el Monterrey– y no privado. Al no existir una persona que ponga el dinero encima de la mesa ha habido que recurrir a los que siempre están al pie del cañón: los aficionados. De este modo, en la Asamblea General Extraordinaria, se presentó la opción de adelantar el pago de los carnets de socio a cinco y diez años (1.500 o 3.000 euros, respectivamente), y realizar donaciones para asumir el coste de la modificación con el deseo de no solicitar un crédito al banco. Y todo funcionó a las mil maravillas.
En poco más de cuatro días, los salmantinos alcanzaron la deseada cifra de los 300.000 euros. No obstante, la gesta no terminó ahí, puesto que los seguidores decidieron seguir ayudando en todo lo posible para que hubiera efectivo en caja para sufragar el mantenimiento del tapete a lo largo de la próxima década. Casi nada al aparato.
Ante ello, SALAMANCArtv AL DÍA, para la edición mensual de papel, se puso en contacto con diferentes voces autorizadas para conocer sus impresiones ante un hecho sumamente novedoso en el deporte patrio. Así, Roberto Pescador, vicepresidente de Unionistas y uno de los grandes artífices de que el Reina Sofía cuente con pasto natural la próxima campaña, indica que “estamos impresionados y emocionados porque la respuesta y el cariño que nos han dado tanto los socios, que son los que más han ayudado, como la gente de otros clubes es impresionante”.
Entre tanto, el alto cargo asegura que “es algo bastante insólito y hay muy pocos casos en el fútbol como pueden ser el FC United de Manchester o el Wimbledon. En España no recuerdo a nadie que haya sido capaz de recaudar esta cantidad de dinero para una situación similar. La dimensión de Unionistas es grande y nos ven como un símbolo que enarbola la bandera de hacer las cosas de una forma diferente. Se nos reconoce mucho fuera de Salamanca. Era optimista para conseguirlo, aunque ha superado todas mis previsiones al haberse hecho en tan poco tiempo”.
Por su parte, Tom Caamaño, asesor externo de la disciplina afincada actualmente en el barrio de San José, es otro de los grandes actores del éxito cosechado y no oculta su felicidad: “Es increíble. Podía entender que se llegase a los 100.000 euros con el tiempo siendo sincero, pero nunca más allá de eso. Ni en mis mejores sueños habríamos conseguido esta cantidad y menos en tan pocos días. Todos hemos estado muy preocupados por la viabilidad del proyecto porque pedir un préstamo era complicado. Cuando ves la respuesta solo puedes tener agradecimiento. Me siento orgulloso de todo lo que ha pasado. Hay que destacar el compromiso de los aficionados con el club y lo que se ha creado desde Unionistas en otras ciudades. Todo esto beneficia a Salamanca y lo que se ha alcanzado es brutal. Queda claro que existe una masa social fuerte, fiel y que respalda a la ciudad. Unionistas es un buen embajador y lleva el nombre de Salamanca por la geografía española. Es bueno para todos”.
Además, tal ha sido su relevancia a la hora de que los charros sigan en el Reina Sofía que se llegó a pedir que una de las gradas del campo lleve su nombre. A pesar de eso, el humilde excancerbero de la UDS relata que “no tengo yo esos egos, estoy muy agradecido, pero intento pasar desapercibido lo máximo posible. Las gradas están bien con los nombres de los patrocinadores que son los que realmente ayudan al club”.
Pese al logro, el cansancio pasa factura: “Han sido meses muy duros. En la última semana hubo más revolución, pero se ha trabajado mucho para buscar soluciones y que todos fuéramos de la mano. He dejado cosas de mi trabajo personal, pero viendo el pago que hemos tenido, todo esfuerzo es poco. El agradecimiento es infinito por cómo se han portado los que son socios y los que no. Esto lo llevaré de por vida”.
Y tampoco hay que dejar atrás el papel de los hinchas para haber sumado la friolera de los 300.000 euros. De esta manera, Ruba Zakour, presidenta de la Federación de Peñas Unionistas, da su visión y argumenta que “me ha parecido una idea fantástica y muy valiente de una directiva que lucha incansablemente por nuestro club. Me he decidido a colaborar porque soy unionista y Unionistas es de todos, que por algo no es solo una frase”.
Mientras tanto, los hermanos Cuadrado, Jorge y Pablo, también aportaron su granito de arena para financiar el césped del Reina Sofía. El primero de ellos comenta que “me parece algo alucinante e indescriptible. Creo que nadie podía imaginarse que iba a tener esta repercusión y que los socios se iban a volcar de semejante manera, aunque sí que se veían con buenos ojos las propuestas. Ha hecho muy buen papel el tema de las redes sociales porque la gente se ha ido animando a participar en esta bola de nieve. Es imposible pensar que se iba a llegar a esta cifra con gente de la calle por así decirlo. Es algo único en el mundo fútbol español. Nosotros somos los dueños y tenemos que demostrar las cosas. A pesar de la distancia (vive en Noruega), sigo perteneciendo al club y a mí modo de ver es una injusticia todo esto porque es la primera vez que un campo municipal no es financiado por el Consistorio. Pero hay que entender a las dos partes, ya que el Ayuntamiento tiene sus presupuestos”.
No obstante, el otro familiar declara lo siguiente: “Ante la negativa del Ayuntamiento de Salamanca para sufragar el coste, me parece que lo que ha hecho Unionistas es digno de admiración y los directivos se han visto abocados a medidas cercanas al chantaje, porque en cualquier otra ciudad o pueblo de España se habrían mejorado las instalaciones. Ha sido una apuesta arriesgada, pero se han superado todas las expectativas posibles. Una cosa es necesitar dinero y decir que ‘sí’, y otra es que la gente ayude donando. Lo que hemos hecho es prácticamente imposible y me parece algo histórico. Unionistas aporta mucho más a Salamanca que lo que hacen las instituciones por el club. Genera turismo, publicidad y trabaja con gente de Salamanca. No se entiende que no se eche una mano en unas instalaciones municipales”.
Por último, José Luis Cotobal, una de las personas que más colaboran desinteresadamente con la entidad salmantina, incide en que “ha sido increíble la respuesta y eso quiere decir que el club está creciendo poco a poco, por lo que es importante dentro de la ciudad. He aportado mi granito de arena al renovar el carnet durante cinco años. Si hubiera podido, yo lo habría hecho con el de los diez”.
En definitiva, lo que está más que claro es que Unionistas ha hecho historia con su modelo de vida.