Mi voz no se escucha en el silencio
posado con su beso en la página
en blanco separada de la pluma
alada en la palma de mi mano.
No soy quien nos convoca para el acto
de esta ensoñación hecha de olvido
dispuesto en la masa del poema
perdido en el vacío de su esencia.
No eres quien me lee, ni tu sentido
comprende lo que elude igual al mío
diciendo sin decir esto que oímos
impreso en la pantalla del periódico.
No fuimos quienes fuimos para el mundo,
el mundo no alcanzó nuestros adentros.
torres_rechy@hotmail.com Xalapa-Equez., Veracruz, México