Existen dos tipologías muy diferentes de lo que se conoce como farmacia online. Una es la que dispone de este canal de venta y de un establecimiento físico, y la otra, minoritaria, pero en crecimiento, que es la que solamente vende online
La farmacia online es una figura que ya existía desde hace años, pero su presencia ha aumentado de manera considerable, dado que la compra por internet ya es algo habitual entre los compradores por los beneficios que aporta.
Con la llegada de la pandemia y el auge del comercio electrónico, el sector farmacéutico se ha visto obligado a ampliar, o implementar, servicios en línea para poder atender una demanda virtual que no era lo normal en este sector.
Existen dos tipologías muy diferentes de lo que se conoce como farmacia online. Una es la que dispone de este canal de venta y de un establecimiento físico, y la otra, minoritaria, pero en crecimiento, que es la que solamente vende online.
La evolución de las primeras es la que en la actualidad se puede observar con mayor precisión, puesto que son las que realmente han visto modificado parte de su modelo de negocio.
Vender por Internet no consiste en tener un e-commerce y esperar a que lleguen los clientes, y menos en un sector donde la competencia es alta, implica también gestionar campañas de marketing online, estar presente en las redes e incluso disponer de una app propia.
Partiendo de esto, se puede ver que no todas las farmacias que han comenzado a vender online lo han hecho de la misma manera.
Algunas han decidido prestar sus servicios a través de conocidos marketplaces, y evitar el “engorro” que puede suponer montar una tienda online, y las que lo han hecho por su cuenta y riesgo.
La evolución de las que han optado por la primera opción es medible en cuanto a resultados, pero no como un hito dentro del sector, ya que los marketplaces lo dan todo prácticamente hecho; desde el espacio de venta hasta la logística, pasando por la credibilidad que ya da su propia marca.
En cambio, las que han seguido el segundo modelo sí que son más representativas de la evolución de la venta farmacéutica online por el hecho de que además de haber tenido que realizar una mayor inversión económica, han tenido que invertir en aprendizaje, medios de transporte y un largo etcétera hasta la puesta en marcha del e-commerce.
Este último modelo es el que, a largo plazo, y según todos los indicios, prevalecerá dentro del sector, ya que la venta en grandes superficies virtuales acaba teniendo muchos inconvenientes.
Quizá el que más hace alejarse de ellas es el porcentaje que cobran sobre las ventas, que muchas veces obliga a subir precios para obtener unos resultados adecuados que a su vez trae la pérdida de competitividad frente a la venta independiente.
Esta tipología no puede verse más que como una estrategia de paso si de verdad se quiere encajar y tener éxito en el mundo de la venta online.
Sea como sea, una farmacia online o e-farmacia no pierde la esencia que caracteriza a este tipo de establecimiento, puesto que tanto detrás de un mostrador como de una pantalla debe haber siempre un farmacéutico que atienda las dudas y aconseje a aquellos que deseen adquirir alguno de los productos que comercializa.