El 28 de mayo, sábado, final de "Champions League" entre Liverpool y Real Madrid. Este año llegaron un equipo inglés y otro español. El año pasado fueron finalistas dos ingleses. Un mejor síntoma sobre el estado de situación de nuestro fútbol. Y, además, con un evidente supremacismo del Real sobre el PSG francés, Chelsea de Londres y City de Manchester.
Por otra parte, el Liverpool quedó segundo en la "Premier" mientras que Real Madrid ganó la "Liga" española con inusitada superioridad, sacando unos impensados 13 puntos al Barcelona, segundo de la tabla. Aparentemente, los ingleses llegan más "desgastados" físicamente que los madrileños. Dijo Del Bosque que los atacantes del Liverpool son "jugadores raros" pero eficientes en el gol. Lo comparto.
Ahora los equipos juegan a Reyes Magos y pretenden fichar a los mejores por el precio más asequible. Y el mercado se vuelca hacia los "equipos-Estado" que fichan sin límites con los márgenes abultados del precio del petróleo. Y subsisten los desequilibrios sin que los organismos internacionales establezcan normas homogeneas entre equipos y países. O sea, persiste una merienda de canibales.
Ante estas desigualdades, no queda más que esperar milagros como los de Pedri, Ansu Fati, Vinicius o Rodrygo, ya que los futbolistas TOP resultan inasequibles. Y las canteras nunca llegan a tiempo de suministrar valores de primer nivel.
Y los equipos comienzan a planificar en un ambiente de escasez financiera, incluso les cuesta vender para poder completar una plantilla digna. Además, se sigue sin entender que un Barcelona con más de 1.000 millones de pérdidas siga pensando en fichar 9 jugadores del máximo nivel. Y su entrenador ya no se corta en pedir, olvidándose de La Masía.
Sinceramente, el "Fair Play Financiero" tiene que funcionar a todos los niveles y países, de lo contrario puede estarse engordando el "caso Messi-2" y nadie se está enterando.