El espectáculo de la formación del Frente Amplio de la Izquierda “Por Andalucía” fue penoso. Y mientras tanto, los medios y la derecha descojonándose. Cuando la Izquierda no es capaz de dar soluciones, el fascismo llama a la puerta. Y lo peor, logra abrirla. Y es verdad que “en todas partes cuecen habas", pero lo importante es que las diferencias se han superado y esos grupos “Por Andalucía” comienzan a marchar.
El baile de la Yenka, tan propio de Pésanchez, ya no da para más (eso de adelante, atrás, derecha, izquierda…) Escasos meses es lo que le queda a esta danza preferida de Pésanchez . Ya no hay tecla qué tocar para revertir la gran ola que les viene encima del cambio político (gubernamental).
Y él, sus socios de gobierno y los ´resocios´ de moción de censura, siguen sin espabilar aún viendo cómo el PP y Vox les roba la cartera de la gente más necesitada y colectivos sociales más frágiles.
Últimamente lo de dejar ´colgados´ a los saharianos frente a Marruecos y el espionaje PEGASUS han dinamitado la estabilidad del Gobierno. Tanto el espionaje a líderes independentistas como las intrusiones en los teléfonos móviles de Sánchez y Robles –y otros ministros– amenazan los planes del presidente de finalizar la legislatura a finales de 2023. Y a eso se añade que el PP y Vox (a veces Cs) echan más leña y azuzan las brasas de este incendio en la coalición gubernamental. Pero lo de dejar medio abandonados a los colectivos más frágiles de españoles es muy sangrante (salarios sin subida anual, precios desorbitados de los combustibles y la cesta de la compra, subida en las hipotecas… ¿qué hacen y esperan?
Aunque da la sensación de que Pésanchez y sus socios de coalición quieren prolongar la legislatura, y de paso seguir mamando de los sueldazos fijos de la política y del ´casoplón´ de la Moncloa y del Facon 900B. Ahora Pésanchez nos entona –bailoteando– en vez de la yenka una canción de Roberto Carlos “te dije adiós; no lo esperaba”. Y sus estrofas y música nos suenan ya a despedida de legislatura. Y es que continuamente, el Gobierno de Pésanchez y Unidas Podemos y los ´resocios´ se tiran los trastos para ver quién espía más y mejor. Y claro, dejan el campo libre al populismo radical del PP y Vox. Y estos, liderados por Feijóo y Abascal, se dejan de mandangas y carajales politiqueros –metaversos políticos incluidos–, y hablan de socorrer a los colectivos vulnerables, de buscar salidas o ayudas a encarecimiento desorbitado de los precios de la cesta de la compra y la subida bestial de los combustibles. También produce una gran decepción que sean PP y Vox los hablen de que que hay que bajar los impuestos, y de dar ´soluciones´ que alivien la vida de los ciudadanos de a pie.
Hay que advertir que todo esto lo dicen PP y Vox con hipocresía y con la boca chica, porque no van a mover un dedo en su favor de los vulnerables. Aunque les es más sutil porque la degradación y la frustración lleva a mucha gente a votarles. Y, como consecuencia de estos errores, las encuestas preelectorales suben como la espuma para el PP y Vox, y bajan estrepitosamente para PSOE, U.P. y los colegas de siempre… Luego, la Izquierda, como siempre, se llevará las manos a la cabeza gritando que ya veían venir ese triunfo de los conservadores y los ultraconservadores fachas.
La derecha pepera y sus aliados (Vox, medios de comunicación conservadores, Ibex35, etc.) están hábilmente consiguiendo conectar con la sociedad a través de un discurso perverso y falaz. Y mientras, la Izquierda no consigue darle la vuelta a eso, habrá Ayuso, Feijóo y Vox para largo. La derecha y ultraderecha van ganando la batalla cultural, social y la de las cosas importantes para el bienestar del ciudadano. Y proclaman que ellos darán estabilidad y prosperidad al país.
La Izquierda, ´los progresistas´ (llamémosles así por decir algo), sin embargo, va camino –precipitadamente– del final de un ciclo político. La desafección de tanta gente es grande hacia el `progresismo´ y su democracia, una estructura que ya no tiene en cuenta a sus ciudadanos… Pero, claro, es peor el neoliberalismo –o neocapitalismo– porque olvida y roba continuamente a los más vulnerables.
El espectáculo de la formación del Frente Amplio de la Izquierda “Por Andalucía” fue penoso. Y mientras tanto, los medios y la derecha descojonándose. Cuando la Izquierda no es capaz de dar soluciones, el fascismo llama a la puerta. Y lo peor, logra abrirla. Y es verdad que “en todas partes cuecen habas", pero lo importante es que las diferencias se han superado y esos grupos “Por Andalucía” comienzan a marchar.
Una coalición de seis grupúsculos partidos, de los cuales dos ni entraron por torpes, más la candidatura de Teresa Rodríguez y la de Recortes Cero, para disputarse como mucho un 5/6 % de los votos. El PSOE con un candidato soporífero, naftalínico y mudo. Con este panorama nos enfrentamos al PP de Ayuso, indemne a todo escándalo, y a Vox que con eslóganes tan falsos como pueriles ha remplazado a la izquierda en la intención de vito de las clases más desfavorecidas, con la treta de siempre: buscarles un enemigo, la izquierda, y ponerle cara, la de Sánchez. La conciencia de clase ya no existe, solo hay que darse una vuelta por la calle y escuchar para darse cuenta. Son los más desfavorecidos y menos instruidos los que van a votar en masa a Vox, hecho que interpretan como un gesto de rebeldía antisistema. Mientras las izquierdas se pelean los neonazis usurpan su frustración y les ofrecen venganza. No tengo ninguna duda de que esta coalición, si llega a las elecciones, saltará por los aires al día siguiente.
Hay gestiones mal hechas y la del Frente Amplio de la confluencia para Andalucía, a un mes de sus elecciones autonómicas, en un claro ejemplo de que a la Izquierda le queda un largo y tenebroso camino para formar una coalición competitiva. Además, el follón legal de la coalición “Por Andalucía” (presentada fuera de plazo) pone en riesgo la financiación pública de su campaña electoral.
Hay que esforzarse más en recuperar a mucha gente enfadada y desilusionada. El PSOE y la Izquierda tienen que mentir menos y ejecutar más políticas socioeconómicas que aligeren las ´cargas´ del ciudadano de a pie. Por ejemplo, Gobierno “augura” (¿) que su plan bajará la luz más de un 30 ¿Cuántas veces lo ha prometido e incumplido? La inflación aún golpea duramente a los hogares más pobres. La subida bestial afecta sobre todo a los alimentos básicos, combustibles y energía.
Por eso deben realizarse proyectos claros que nos lleven a completar adecuadamente esta legislatura. Lo contrario, las continuas desavenencias internas, les llevarán a un más que posible derrumbamiento del Gobierno de coalición.