He escuchado “La silla de Galdós”, donde mi buen amigo Javier Sierra y el escritor y periodista Chani, hablaron de la magia que envuelve el Retiro de Madrid, que pudo ser el Versalles español (digo) si no fuera por la enfermedad que trajo el primer bobón a España, Felipe V. Mandado construir por el valido de Carlos IV, como lugar de entretenimiento y disfrute del penúltimo Austria. Dejando sus aposentos “El Real Alcázar” a merced de su valido Conde Duque de Olivares.
Un paseo disfrutando de todo aquello que nos ofrece el Parque del Retiro es adentrarse en un lugar de iniciación a lo mágico, al misterio y a la vez a la protección de los dioses…cada esquina, jardín o palacio, estaba construido de forma que fuera protegido por el Más Allá. En tierra de gatos, encontramos “un vaso canopo”
Historia:
Es muy triste ver que tu obra a la que has dedicado una parte de tu vida, ilusiones y esperar el reconocimiento… no eres capaz de terminarla. Eso le ocurrió a Isidro González Velázquez falleció sin haber terminado la fuente egipcia situada en El Retiro, una fuente monumental levantada en el lado meridional del Estanque Grande dedicada al dios Osiris.
¿Pero qué hace una fuente egipcia en el famoso parque madrileño? Su presencia se debe a una moda que durante el siglo XVIII predominó en muchas de las capitales de Europa. Tras la Guerra de la Independencia el Parque fue reconstruido por completo, dándole un nuevo aspecto que mantiene en la actualidad.
El rey Fernando VII encargó al artista Isidro González que realizase dicha obra ornamental con el objetivo de que El Retiro mostrase un aspecto que regia la moda del momento: el mundo egipcio. Sin embargo, su historia está marcada por los 31 años que tardó en construirse, a pesar de que no se trata de una obra demasiado compleja. Quizá haciendo honor a su nombre, prefería la vida contemplativa al trabajo y aquí no ocurrió como al santo Patrono, que los ángeles araban y cuidaban las tierras mientras él rezaba.
Vamos al saber que significa y la utilidad “del vaso canopo”
Recipiente empleado en el Antiguo Egipto donde se depositaban las vísceras de los difuntos, lavadas y embalsamadas, para mantener a salvo la imagen unitaria del cuerpo. Estos vasos se introducían en una caja de madera que, durante el cortejo fúnebre, era transportada en un trineo.
Canopo es una palabra de origen griego, proveniente del nombre de la ciudad donde falleció Canope, el piloto de Menelao (rey de Esparta. Su hermano, Agamenón, era el soberano de la ciudad más importante de la Grecia continental de entonces). La esposa de Menelao era la hermosa Helena, cuyo rapto motivó la guerra entre griegos y troyanos. En la ciudad de Canopus, cercana a Alejandría, el dios Osiris fue representado con forma de vasija y cabeza antropomórfica.
Había cuatro tipos de vasos canopos, que representaban a unas divinidades llamadas Hijos de Horus, quienes protegían su contenido de la destrucción. Las divinidades representadas eran: Amset: vasija con tapa en forma de cabeza humana, donde se guardaba el hígado.
Hapy: vasija con tapa en forma de cabeza de papión (babuino), donde se depositaban los pulmones.
Kebeshenuef: vasija con tapa en forma de cabeza de halcón, que contenía los intestinos.
Duamut
He escuchado “La silla de Galdós”, donde mi buen amigo Javier Sierra y el escritor y periodista Chani, hablaron de la magia que envuelve el Retiro de Madrid, que pudo ser el Versalles español (digo) si no fuera por la enfermedad que trajo el primer bobón a España, Felipe V. Mandado construir por el valido de Carlos IV, como lugar de entretenimiento y disfrute del penúltimo Austria. Dejando sus aposentos “El Real Alcázar” a merced de su valido Conde Duque de Olivares.
Un paseo disfrutando de todo aquello que nos ofrece el Parque del Retiro es adentrarse en un lugar de iniciación a lo mágico, al misterio y a la vez a la protección de los dioses…cada esquina, jardín o palacio, estaba construido de forma que fuera protegido por el Más Allá. En tierra de gatos, encontramos “un vaso canopo”
Historia:
Es muy triste ver que tu obra a la que has dedicado una parte de tu vida, ilusiones y esperar el reconocimiento… no eres capaz de terminarla. Eso le ocurrió a Isidro González Velázquez falleció sin haber terminado la fuente egipcia situada en El Retiro, una fuente monumental levantada en el lado meridional del Estanque Grande dedicada al dios Osiris.
¿Pero qué hace una fuente egipcia en el famoso parque madrileño? Su presencia se debe a una moda que durante el siglo XVIII predominó en muchas de las capitales de Europa. Tras la Guerra de la Independencia el Parque fue reconstruido por completo, dándole un nuevo aspecto que mantiene en la actualidad.
El rey Fernando VII encargó al artista Isidro González que realizase dicha obra ornamental con el objetivo de que El Retiro mostrase un aspecto que regia la moda del momento: el mundo egipcio. Sin embargo, su historia está marcada por los 31 años que tardó en construirse, a pesar de que no se trata de una obra demasiado compleja. Quizá haciendo honor a su nombre, prefería la vida contemplativa al trabajo y aquí no ocurrió como al santo Patrono, que los ángeles araban y cuidaban las tierras mientras él rezaba.
Vamos al saber que significa y la utilidad “del vaso canopo”
Recipiente empleado en el Antiguo Egipto donde se depositaban las vísceras de los difuntos, lavadas y embalsamadas, para mantener a salvo la imagen unitaria del cuerpo. Estos vasos se introducían en una caja de madera que, durante el cortejo fúnebre, era transportada en un trineo.
Canopo es una palabra de origen griego, proveniente del nombre de la ciudad donde falleció Canope, el piloto de Menelao (rey de Esparta. Su hermano, Agamenón, era el soberano de la ciudad más importante de la Grecia continental de entonces). La esposa de Menelao era la hermosa Helena, cuyo rapto motivó la guerra entre griegos y troyanos. En la ciudad de Canopus, cercana a Alejandría, el dios Osiris fue representado con forma de vasija y cabeza antropomórfica.
Había cuatro tipos de vasos canopos, que representaban a unas divinidades llamadas Hijos de Horus, quienes protegían su contenido de la destrucción. Las divinidades representadas eran: Amset: vasija con tapa en forma de cabeza humana, donde se guardaba el hígado.
Hapy: vasija con tapa en forma de cabeza de papión (babuino), donde se depositaban los pulmones.
Kebeshenuef: vasija con tapa en forma de cabeza de halcón, que contenía los intestinos.
Duamutef: vasija con tapa en forma de chacal, con el estómago del difunto.
Cada vaso estaba protegido por una diosa titular —Isis, Neftis, Selkis y Neit, respectivamente— y debía estar orientado de manera ritual hacia uno de los puntos cardinales: el hígado al Sur, los pulmones al Norte, los intestinos al Oeste y el estómago al Este. Los egipcios creían que si no los guardaban bien conservados el difunto no tendría derecho a la otra vida.
He escuchado “La silla de Galdós”, donde mi buen amigo Javier Sierra y el escritor y periodista Chani, hablaron de la magia que envuelve el Retiro de Madrid, que pudo ser el Versalles español (digo) si no fuera por la enfermedad que trajo el primer bobón a España, Felipe V. Mandado construir por el valido de Carlos IV, como lugar de entretenimiento y disfrute del penúltimo Austria. Dejando sus aposentos “El Real Alcázar” a merced de su valido Conde Duque de Olivares.
Un paseo disfrutando de todo aquello que nos ofrece el Parque del Retiro es adentrarse en un lugar de iniciación a lo mágico, al misterio y a la vez a la protección de los dioses…cada esquina, jardín o palacio, estaba construido de forma que fuera protegido por el Más Allá. En tierra de gatos, encontramos “un vaso canopo”
Historia:
Es muy triste ver que tu obra a la que has dedicado una parte de tu vida, ilusiones y esperar el reconocimiento… no eres capaz de terminarla. Eso le ocurrió a Isidro González Velázquez falleció sin haber terminado la fuente egipcia situada en El Retiro, una fuente monumental levantada en el lado meridional del Estanque Grande dedicada al dios Osiris.
¿Pero qué hace una fuente egipcia en el famoso parque madrileño? Su presencia se debe a una moda que durante el siglo XVIII predominó en muchas de las capitales de Europa. Tras la Guerra de la Independencia el Parque fue reconstruido por completo, dándole un nuevo aspecto que mantiene en la actualidad.
El rey Fernando VII encargó al artista Isidro González que realizase dicha obra ornamental con el objetivo de que El Retiro mostrase un aspecto que regia la moda del momento: el mundo egipcio. Sin embargo, su historia está marcada por los 31 años que tardó en construirse, a pesar de que no se trata de una obra demasiado compleja. Quizá haciendo honor a su nombre, prefería la vida contemplativa al trabajo y aquí no ocurrió como al santo Patrono, que los ángeles araban y cuidaban las tierras mientras él rezaba.
Vamos al saber que significa y la utilidad “del vaso canopo”
Recipiente empleado en el Antiguo Egipto donde se depositaban las vísceras de los difuntos, lavadas y embalsamadas, para mantener a salvo la imagen unitaria del cuerpo. Estos vasos se introducían en una caja de madera que, durante el cortejo fúnebre, era transportada en un trineo.
Canopo es una palabra de origen griego, proveniente del nombre de la ciudad donde falleció Canope, el piloto de Menelao (rey de Esparta. Su hermano, Agamenón, era el soberano de la ciudad más importante de la Grecia continental de entonces). La esposa de Menelao era la hermosa Helena, cuyo rapto motivó la guerra entre griegos y troyanos. En la ciudad de Canopus, cercana a Alejandría, el dios Osiris fue representado con forma de vasija y cabeza antropomórfica.
Había cuatro tipos de vasos canopos, que representaban a unas divinidades llamadas Hijos de Horus, quienes protegían su contenido de la destrucción. Las divinidades representadas eran: Amset: vasija con tapa en forma de cabeza humana, donde se guardaba el hígado.
Hapy: vasija con tapa en forma de cabeza de papión (babuino), donde se depositaban los pulmones.
Kebeshenuef: vasija con tapa en forma de cabeza de halcón, que contenía los intestinos.
Duamutef: vasija con tapa en forma de chacal, con el estómago del difunto.
Cada vaso estaba protegido por una diosa titular —Isis, Neftis, Selkis y Neit, respectivamente— y debía estar orientado de manera ritual hacia uno de los puntos cardinales: el hígado al Sur, los pulmones al Norte, los intestinos al Oeste y el estómago al Este. Los egipcios creían que si no los guardaban bien conservados el difunto no tendría derecho a la otra vida.
ef: vasija con tapa en forma de chacal, con el estómago del difunto.
Cada vaso estaba protegido por una diosa titular —Isis, Neftis, Selkis y Neit, respectivamente— y debía estar orientado de manera ritual hacia uno de los puntos cardinales: el hígado al Sur, los pulmones al Norte, los intestinos al Oeste y el estómago al Este. Los egipcios creían que si no los guardaban bien conservados el difunto no tendría derecho a la otra vida.