Sin duda, el fútbol ha devenido en "un alimento de primera necesidad" y, a la hora de pagarlo, resulta caro. De hecho, el primer factor a considerar es el que los futbolístas cobran demasiado. Además, los clubs cobran por las televisiones y los aumentos de sus ingresos no se destinan para bajar los precios a sus aficionados.
Incluso es caro el fútbol para los que lo quieren ver por televisión, las plataformas especializadas se aferran a unas cuotas elevadas.
En Cadena Ser (David de Gustin, 28 de abril) nos aporta datos. La asistencia media a los estadios españoles han bajado en torno a un 20%, comparado con la parte de la temporada 19/20 que se jugó con público. Por entonces, las cifras rondaban el 75% de asistencia y ahora están por debajo del 60%.
El precio medio de las entradas a los estadios de fútbol en España es de 70 euros, mientras que en Alemania es de 32 euros, según el último estudio publicado en 2015. Cuenten con la diferencia de salarios en ambos países.
En Inglaterra han fijado un precio máximo de 34 euros :"Desde que se implementó el control de precios, la asistencia en la Premier ha alcanzado un nivel récord, con un 96% de entradas vendidas". Precisamente en Inglaterra encuestaron a jóvenes adultos aficionados al fútbol y el 82% Vito el precio de las entradas como la razón por la que no acudían a los estadios de fútbol.
En consecuencia, es una asignatura pendiente para los "pensadores" de la Liga de Fútbol Profesional y les tendría que dar vergüenza seguir utilizando el eslogan populista: "El fútbol es de los aficionados". Mentirosos...!