Madre, madres, mamás, ¡madre mía! Son expresiones que me salen todos juntas, así, a borbotón, para poder expresar el amor que se siente por esta figura tan singular e irremplazable. Ella, la madre, es única. Bien se merece una celebración y vaya este artículo en forma de homenaje a nuestra madre, a las madres de todos, a todas las madres del mundo, ausentes, presentes y futuras.
Las madres son muchas cosas, pero quisiera destacar que son el comienzo de la vida, crianza, protección, alegría y esperanza, porque la madre representa el amor y el apoyo incondicional para el desarrollo de sus hijos como personas.
El primer domingo de mayo celebramos en España y en otros países, el Día de la Madre. Una festividad que se celebra en honor a ellas, las madres. Pero esta celebración, que es universal, cambia de día dependiendo de en qué parte del mundo nos fijemos. Es una de las celebraciones con más fechas distintas a escala mundial, hay más de 20 fechas para su celebración, repartidas a lo largo de todo el año y del planeta.
Actualmente, esta festividad tiene un marcado aspecto comercial, pero no siempre fue así. Como otras muchas celebraciones que han pasado a formar parte de la tradición, sus orígenes se remontan a unos 2.100 años a.C. en la civilización egipcia, donde la Diosa Isis era conocida como la “Gran Madre”, objeto de culto y homenaje. En la antigua Grecia se rendían honores a la Diosa Rea que era la madre de Zeus, Poseidón y Hades, Dioses del Olimpo. En el Imperio Romano se rendía culto a la Diosa Cibeles, que era la Diosa Madre. En Europa, el catolicismo transformó las celebraciones en honor de aquellas diosas madres y las traspasó para honrar a la Virgen María, madre de Jesús de Nazaret. Y, todos, hacemos estas celebraciones para honrar a nuestras madres.
El Papa Pío IX declaró el 8 de diciembre (1854) como fecha en la que se celebrara el Día en honor a la Inmaculada Concepción, dando origen, también, a los primeros días de la Madre. En España y en 1965 se separaron ambas celebraciones: el Día de la Madre, la celebración de la maternidad, tal y como la conocemos actualmente, se trasladó al primer domingo de mayo. Personalmente pienso que, conmemorar el amor de una madre, o por una madre, no puede limitarse a un día específico. Todos los días son una ocasión para celebrar y compartir con nuestras madres el amor mutuo.
Desde luego, si no lo haces en otros momentos, el Día de la Madre es una oportunidad para dedicarle un pensamiento, hablar con ella, ver fotos del pasado, recordar momentos y anécdotas, compartir y dejarle un presente, un regalo de su gusto, se lo merecen. Ese regalo que fue el ariete esgrimido por algunos grandes almacenes como Galería Preciados que, siguiendo la estela de otros países, comenzó en los años 60 del siglo pasado a promover y celebrar el Día de la Madre en mayo. Mientras, su competidor, El Corte Inglés, mantuvo la fecha del 8 de diciembre, motivo por el cuál y durante algunos años, en España se celebró el Día de la Madre dos veces al año, al menos en lo comercial.
Todas las madres han pasado algún momento complicado en relación con sus hijos, ¿cuál ha sido el más difícil? Cada una tendrá el suyo, el pensamiento me lleva a recordar a esos 5,2 millones de personas que han tenido que huir de la guerra en Ucrania, siendo más del 90% mujeres, madres con sus hijos, que han tenido que marchar sin nada, dejándolo todo y con la responsabilidad sobre sus espaldas de mantener con vida a los hijos. Estas y todas las madres se merecen un homenaje, claro que sí.
No podemos, porque el espacio es limitado, ni queremos entrar a valorar la opción de ser o no madre en la vida, eso corresponde a cada mujer en el ejercicio de su libertad y responsabilidad. Sí queremos poner de manifiesto la importancia de las buenas relaciones entre madres e hijos, para poder vivir en plenitud ese amor de madre que, al decir de muchas, solo se accede a él con la maternidad, cuando se es madre, cuando se es suegra ocurren otras muchas cosas. Terminamos este homenaje a las madres con el poema de Teresa de Calcuta “Enseñarás”:
Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
Sin embargo…
En cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.
Este año 2022 el Día de la Madre coincide el 1 de mayo, domingo, con el Día de los Trabajadores. Felicitaciones para todos.
Les dejo con Fátima Campo y Amor de Madre
https://www.youtube.com/watch?v=ksBZZtS-c9Q
Aguadero@acta.es
© Francisco Aguadero Fernández, 29 de abril de 2022