La pasada semana hablaba de la importante inversión pública de hace casi dos años para construir el Centro de Recepción y Encuentro de Visitantes de la Plaza del Mercado Viejo, aun prácticamente inédito. Mientras, los autocares con turistas circulan y paran por céntricas calles sin problema, y el Ayuntamiento sigue meditando si el puentecillo de Arroyo de Santo Domingo corre algún riesgo. Demandé entonces, refiriéndome a la anunciada sustitución de árboles tras el fracaso de los cipreses anteriores, unos nuevos con más porte. Por falta de espacio no lo desarrollé, pero ya habían colocado unos escuálidos palitos a los que deseo un gran futuro. Lo de obtener sombra pronto va a ser más difícil.
Pero también había otra novedad en esa plaza referida a otro tema señalado hace dos meses, los informales atajos. Entonces recordaba algo ya advertido con anterioridad, el “ensanchamiento” de la acera junto al paso de peatones que le une con la Casa Lis. Inevitable dado el ridículo ancho dejado por la magna obra de la “parada de bus turístico”, y la posición del paso de peatones. Teóricamente esa plaza es toda ella de prioridad peatonal y esto no debería tener mayor importancia, pero la “zona verde” pisoteada revelaba alguna disfunción.
Con la desaparición del cartel municipal publicitario han retocado la zona verde, aunque no entienda su sentido. Destruyen parte del seto existente y lo dejan “en barbecho”, excepto una estrecha cinta de enlosado. Para ¿legalizar el atajo hacia el paso de peatones?, en este caso, ¿los 50 pasajeros de un autobús pasan en fila india sin pisar fuera?. ¿Qué sentido tiene arrancar tanto seto, quizás mejorar la visibilidad?. Es de agradecer la rectificación, pero ¿tan difícil es hacerlo mejor?. Imagino que esa solución ha sido fruto de un largo debate técnico.
Aunque para valioso argumento técnico el del Presidente de la Comisión municipal de Policía, Tráfico y Transportes del día 30 de marzo de 2022. El Grupo Socialista “solicita dar una solución a los vecinos de los edificios de colores de Huerta Otea, con el fin de mejorar la movilidad de esa zona”. El Sr. Presidente “informa que el autobús no puede llegar hasta allí, pues es inviable. (…) el problema viene dado por quien publicitó la llegada del autobús urbano hasta esos edificios, (…) Y el responsable de tales situaciones es quien actuó de este modo, no el Ayuntamiento.” Siendo término municipal de Salamanca y las competencias de urbanismo del Consistorio, ¿por qué aprobaron construir allí si no pueden dotarle de los servicios públicos obligatorios?. Por cierto, dice la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, en su artículo 26 “1. Los Municipios deberán prestar, en todo caso, los servicios siguientes: d) En los Municipios con población superior a 50.000 habitantes, además: transporte colectivo urbano de viajeros y medio ambiente urbano.”