La plaza de Peñaranda acoge un evento tras dos años de parón por la pandemia
¿Cómo decíamos ayer?, tras dos años de ausencia y estar cerrada la coqueta y limpia plaza de la Florida, hoy de nuevo la hemos abierto para presenciar esta prueba 1ª. Tarde muy soleada, con ligera brisa que se agradecía, y excelente nivel de ganado y de novillería. Se han tentado vacas eralas de Montalvo, que ha traído un encierro muy parejo con becerras bravas, nobles y repetidoras de embestidas, con diferentes estilos, entre la que sobresalió la lidia da en 3ª lugar, becerra con hechuras, brava en el montado que le apretó de firme, con recorrido, humillando fija y boyante en los engaños, no desentonaron el resto que se prestó al lucimiento.
Los jóvenes aspirantes, cada cual con sus estilos, formas y modos de interpretar el toreo mantuvieron un excelente nivel. Ángel Delgado, mozo de Úbeda, desenvuelto con el capote mostro maneras, limpieza en los pases por ambos pitones, le falto dominio y torear más reunido. La segunda plaza para Adrián Santamaria, torero de Colmenar, que lo intento todo, y por momentos consiguió llevar largo a la becerra, pero no termino de acoplarse a una embestida un tanto desigual, falta templanza, y sufrió varios desarmes. Pedro Andrés Arija, de esta escuela de Salamanca, debo decir que al menos para mi fue una sorpresa, cierto que tubo el animal más contrastado, becerra de alto nivel, incansable en acudir a los cites, humillando y embestida franca. Pero Pedro toreo con empaque con el capote, mantiene una estructura torera, con firmeza, colocación y corriendo la mano, con enjundia y rematando las series con prestancia para salir de la cara con desparpajo y torería, tiene conocimiento, maneja bien los tiempos y se le nota, buena dosis de afición.
Javier Aparicio de Castellón, 4º de la partida es un alegre mozo espigado, que puso el tesón y el animo en todo aquello que intento, incluso mezclo pases de buena factura corriendo bien la mano, pero se le nota exceso de bisoñez para estas calendas, debe asentarse y trabajarse más el campo y pulir la técnica. La quinta plaza la ocupó Nek Romero, “hay que ver el nombrecito de alguno”, pero lo importante es que Romero, de Valencia estuvo solvente con el capote, se le noto toreado, sabe en lo que anda metido tiene una zurda poderosa, corrió bien la mano asentado y firme con limpieza los muletazos y los remates, se vio sorprendido en alguna ocasión, pero se le noto las buenas maneras y el pundonor.
Y finalmente cerró Manuel Tabernero de esta escuela Salamanca, que consintió Una faena con un trazo exquisito, un torero de muñecas de seda que mantuvo el tono, que remato con solvencia las series, y se le nota un torero armónico de toque suave y sutil, busco siempre la colocación y la cara del animal, también fue una agradable sorpresa como interpreta el toreo este joven de la nutrida cantera salmantina…. Y así lo vi y así lo cuento, el próximo sábado volveremos con una nueva remesa de jóvenes novilleros.