OPINIóN
Actualizado 08/04/2022 13:36:13
Francisco Aguadero

Todos somos filósofos, en cierta medida. ¿Quién no se ha preguntado, alguna vez, qué pinta aquí, en este mundo, quiénes somos, de dónde venimos o hacia dónde vamos? Eso es filosofar. Pero luchar por la Filosofía parece una causa perdida, aunque vale la pena luchar por ella, porque es algo que importa y es útil a todos. En este mundo multicolor, miltifuncional, real y virtual, existen multitud de visiones e intereses variados, para satisfacer el individualismo reinante. Por el contrario, el colectivismo, el bien común y la cosa de todos, interesan a pocos y, sin embargo, sigue habiendo cuestiones que deberían interesar a todo el mundo, porque conciernen a todo ser humano, independiente de la edad, sexo, raza, lugar del mundo donde viva y condición, una de esas cosas de interés universal es la Filosofía.

Si preguntamos a una persona ¿qué es lo importante en la vida?, cada uno contestará en función de sus necesidades más perentorias o de progreso. En 1943 Abraham Maslow formuló su teoría psicológica sobre la motivación en la que propone una jerarquía de necesidades de la especie humana, utilizando como recurso didáctico una pirámide con cinco niveles, poniendo en la base las necesidades fisiológicas y ascendiendo las necesidades de seguridad, sociales, estima o reconocimiento, pudiendo agrupar todas ellas como necesidades primordiales, y, dejando el nivel superior, en la cima, a lo que él llamó “autorrealización” o “necesidad de ser”.

Maslow amplió su teoría posteriormente, pero la idea básica es que las necesidades de las cuatro primeras etapas se pueden ir cubriendo de forma sucesiva y escalonadamente, mientras que la necesidad de ser, es un impulso, una fuerza continua para la autorrealización, ahí aparece la Filosofía. Mas, con todas esas necesidades cubiertas, cada uno en su medida, y el impulso para la autorrealización ¿todavía hay algo más que el mundo necesite? Algunos pensamos que sí. Necesitamos saber y encontrar una respuesta, entre otras, a ¿quiénes somos y por qué vivimos? Es una cuestión que ha interesado a los humanos desde que viven en la tierra y tienen uso de razón.

Desde el inicio de los tiempos las religiones habían tratado de dar respuesta a esos interrogantes que la gente se hacía, y se sigue haciendo, con explicaciones a través de mitos. Hacia el año 700 antes de Cristo, Homero y Hesíodo plasmaron por escrito gran parte de aquellos mitos griegos. Al estar escritos se hizo posible el discutirlos. Así, los primeros filósofos griegos cuestionaron la mitología de Homero, alegando que aquellos dioses míticos se parecían mucho a los humanos, por su egoísmo y falta de confianza, con lo cual, los mitos tal vez no fueran otra cosa que imaginaciones humanas. Consecuentemente, en torno al año 600 antes de Cristo, surgió en la antigua Grecia una nueva manera de pensar que vino a conocerse como la Filosofía. Jostein Gaarder en su obra “El mundo de Sofía”, publicada en 1994, aporta una serie de ejemplo al analizar la Historia de la Filosofía, empezando por los clásicos griegos.

La necesidad y utilidad de la Filosofía en el mundo de hoy, viene dada porque esta abarca todo lo que nos puede interesar. Quizás la falta de interés por la Filosofía se deba a que muchos prefieren no reflexionar, no hacerse preguntas. Pero tanto la Filosofía como la Historia proporcionan raíces, respuesta de dónde venimos, cómo vivimos y hacia dónde vamos, y eso refuerza nuestra identidad, nuestra capacidad analítica y crítica. Los adultos estamos demasiado encerrados en nuestro ego y hemos de abrirnos, volviendo a incitar la curiosidad y la necesidad de respuestas que tuvimos en la adolescencia.

A pesar de todas las aportaciones de la Filosofía, esta lleva años en franca retirada de los planes de educación en la enseñanza reglada, como si no nos importara el ir a la raíz de los asuntos y de lo que nos pasa. En el desarrollo de la Lomloe, la Ley Educativa de 2020, la Filosofía no aparece en el currículo de la enseñanza secundaria obligatoria, aunque las comunidades autónomas podrán ofrecerla como optativa en cuarto de la ESO y, parece, que todas la van a ofrecer. Sí aparece en el decreto de Bachillerato, aprobado el pasado martes día 5 por el Gobierno con sendas asignaturas como Filosofía en primero y como Historia de la Filosofía en segundo. No deberíamos olvidar que la Filosofía nos enseña a pensar, plantear cuestiones, buscar soluciones y, también, que el pensamiento crítico lleva a la acción propia y de los demás.

La nueva forma de enseñanza que contempla el Bachillerato, basada en competencias, aspira a emanciparse de la preocupación por los valores y se orienta a fortalecer las competencias, encaminadas a resolver los problemas a corto plazo, en lugar de orientarse a saber prevenirlos y planteárnoslos. Defender la presencia de la Filosofía es apostar por una educación íntegra, capaz de dar respuesta a los grandes desafíos de la vida con valores como la verdad, la justicia, el bien, la belleza, la reflexión crítica, la identidad y la dignidad humana. Más allá de las preguntas filosóficas clásicas, nos estamos haciendo preguntas constantemente sobre nosotros mismos, sobre el trabajo, sobre nuestras relaciones y la sociedad en la que vivimos. Filosofamos constantemente.

El mayor aporte de la enseñanza en cuanto a la formación del individuo no está solo en proporcionar herramientas útiles para el día a día, sino en abordar el entendimiento de nuevos mundos, como hiciera allá en el siglo XVI la conocida Escuela de Salamanca, iniciada por Francisco de Vitoria en 1526 y con influencia en todo el mundo, preocupada por el derecho de gentes, los derechos humanos y una economía más justa, acudiendo a la moral como fórmula de comportamiento. Los derechos humanos siempre estarán de actualidad. No se puede ser un buen profesional y mucho menos un líder, si no eres una buena persona y preservas los derechos humanos.

La Filosofía, aun siendo la madre de todas las ciencias, no es la más demandada ni tampoco la mejor pagada. Pero en el contexto social y laboral actual las empresas buscan, cada vez más, profesionales que tengan una mezcla de las llamadas habilidades blandas, entre ellas pensamiento crítico, creatividad, adaptabilidad, habilidades sociales, comunicación… y competencias técnicas o tecnológicas, que hagan personas capaces de abordar la complejidad, volatilidad e incertidumbre del mundo actual, por eso la Filosofía quizás hoy es más necesaria y útil que nunca.

Escuchemos a Estrella Morente en Volver

https://www.youtube.com/watch?v=pGEhU9lT7f0

Aguadero@acta.es

© Francisco Aguadero Fernández, 8 de abril de 2022

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >Todos somos filósofos, necesidad y utilidad de la Filosofía