La Cofradía retrasa la salida 15 minutos el Viernes Santo, y además el Domingo de Resurrección “volveremos a sacar a hombros el Santo Sepulcro con La Veracruz”
La Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos, una de las más veteranas de la Semana Santa de Salamanca, podrá salir de la Iglesia del Carmen, una vez que han finalizado las obras acometidas en estos últimos años. “Reestrenamos salida y puertas de salida, que han quedado estupendas”, explica el presidente de la Cofradía, Primitivo Moya. Semana Santa del reencuentro tras dos largos años en los que la pandemia, lo que ya de por sí la convierte en “especial”. Una Semana Santa, como añade, “en la que tenemos más responsabilidad al salir, tanto por los que no están como por los que vamos a salir”. El deseo compartido por los cofrades es “que la podamos disfrutar, y hacer nuestra manifestación de fe lo mejor que podamos”.
Además de retornar a su iglesia, este año la Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos retrasa la salida un cuarto de hora (18.15 horas), “con el fin de intentar dar un poco más de tiempo a las procesiones que andan por la Plaza, para organizarnos mejor”.
También estrenarán un nuevo incensario, así como unos estandartes bordados con el escudo nuevo, y que no se pudieron sacar en 2020. También como novedad, y para que se vean mejor las imágenes del Huerto –“al ser pequeñas, quedaba escondida la parte de abajo con las flores”, explica Primitivo Moya-, han fabricado unas peanas para subirlas unos 25 centímetros. “El Cristo es un gran desconocido de la Semana Santa, y de esta manera conseguimos que se vea la túnica completa y las gotas de sangre que tiene en los pies”.
Por otra parte, después de muchos años, “el Domingo de Resurrección volveremos a sacar a hombros el Santo Sepulcro con La Veracruz”.
La Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos ha completado en los últimos años la restauración de las 5 imágenes del grupo escultórico de la Oración de Jesús en el Huerto de los Olivos. Grupo escultórico, datado en los siglos XVII y XVIII y perteneciente a La Veracruz, que procesiona en la tarde del Viernes Santo en la Procesión General del Santo Entierro. Un paso sobre andas de madera con ribetes de molduras doradas, con las figuras de Cristo y el ángel con el cáliz y los tres apóstoles dormidos (Pedro, Santiago y Juan), y que es portado por más de 40 hermanos.
El próximo Viernes Santo las puertas de la Iglesia del Carmen de Abajo se abrirán para dar paso a los cofrades que, ataviados con sus túnicas blancas y sus capirotes verdes, escoltarán el paso en un recorrido que continúa hacia el paseo del Rector Esperabé y que tiene en la subida a la Catedral por la cuesta de Tentenecio uno de los momentos más espectaculares.
De la Cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos destaca especialmente su carácter familiar, contando actualmente con algo más de 300 hermanos.
La historia de la Cofradía, que fue filial de la Hermandad de la Vera Cruz, se remonta a principios de la década de 1950. Más de cincuenta cofrades participaron en el primer desfile procesional, en el año 1952. Todos eran hortelanos, vendedores de frutas o verduras, o personas relacionadas de alguna forma con estas actividades. Para salir ese año en procesión se hizo un hábito provisional, que una vez confeccionado no se quiso cambiar y persistió por muchos años, hasta 1963 que en junta extraordinaria se acordó el cambio al considerar que era de muchos colores. Este hábito constaba de túnica verde, capirote azul, guantes y cíngulo negro; algún año después se añadió una capa gris.
De los desfiles procesionales de estos primeros años se puede significar que los hermanos iban alumbrando con gruesos cirios, y tal era la preocupación por ellos que se nombró un encargado para su distribución y posterior recuperación. Más interesante puede ser lo referente a la preparación del paso, en el que las pequeñas figuras cedidas por la Vera Cruz iban sobre unas andas demasiado grandes para ellas. Pero lo más destacado del paso era lo recargado de vegetación que iba, con muchísimas ramas de olivo y todo el suelo recubierto por la hierba que días antes alguno de los cofrades había segado en su huerta. Las andas eran cargadas a hombros por doce hermanos, exentos del pago de cuotas por tal servicio.