SOCIEDAD
Actualizado 29/03/2022 17:15:42
EP

La genética, los desequilibrios hormonales, el estrés, los cambios estacionales o el paso de los años, entre algunos de los motivos que influyen en la caída del cabello que el 30% de las mujeres padecen en algún momento de su vida

A raíz del puñetazo que Will Smith le propinó a Chris Rock en la gala de los Oscar después de que el humorista hiciese una broma con la cabeza rapada de su mujer, Jada Pinkett, ha puesto de relieve la enfermedad autoinmune que padece la actriz, alopecia.

Y es que es un tema del que apenas se habla, pero cada vez son más mujeres sufren este trastorno asociado a los cambios estacionales, la herencia genética, los factores hormonales o el debilitamiento del cabello que se produce con la edad. A ellos se suman factores externos como el estrés, llevar una dieta desequilibrada o el consumo de tabaco o alcohol, que hacen que las estimaciones actuales indiquen que hasta el 30% de la población femenina sufre algún tipo de alopecia a lo largo de su vida.

"En la actualidad, hay al menos un 20% de mujeres de entre 30 y 40 años que padecen alopecia androgénica, la causa más frecuente de caída de cabello entre el sector femenino, de origen hormonal y a veces hereditario. Este tipo de alopecia se sufre en mayor medida en la adolescencia, entre los 15 y 25 años, así como en edades postmenopaúsicas, entre los 50 y 55 años", explica el director médico de Hospital Capilar, Carlos Gómez.

Algunas de las causas que influyen en la pérdida de cabello entre las mujeres jóvenes son los desequilibrios hormonales severos, la aparición de la anemia y, como consecuencia, la falta de hierro, o bien el capital genético, un factor determinante en lo que respecta a la salud capilar de cada persona y que interviene también en el color, textura y grosor del pelo. No obstante, casi toda la población femenina suele verse afectada por el fenómeno de afinamiento y volumen producido por el paso de los años, en el que la melena pierde densidad y se vuelve menos poblada al tacto.

"La genética juega un papel fundamental en la caída del cabello. Así, en algunos tipos de alopecia como la areata, existen antecedentes familiares en aproximadamente un 10 o 20% de las pacientes, mientras que, en la alopecia frontal fibrosante, existe una predisposición genética en hasta un 8% de los casos", subraya el experto.

A pesar de que hay diferentes factores que contribuyen de igual forma a la caída del pelo, los especialistas de la clínica de medicina capilar destacan algunos tópicos y mitos que también existen en torno a la alopecia femenina sobre los que conviene discernir:

La sobreexposición solar. Existen estudios que defienden que abusar de los rayos UVA puede acelerar la alopecia androgénica, sin embargo, no utilizar un protector solar para proteger la piel del cuero cabelludo será el verdadero detonante que pueda favorecer esta caída, ya que contribuirá a que las fibras capilares se vuelvan más frágiles, se quemen y se deshidraten.

El abuso de tintes y lacas. Usar elementos como gominas, tintes o lacas no influirá en la pérdida del pelo, aunque sí afectará a la calidad de éste, haciendo que sea más delgado, produciendo roturas y dañando su estructura, en el caso de que su uso sea muy continuado. "Por, su parte, las coletas muy tirantes pueden producir la denominada alopecia traccional, que suele afectar a zonas temporales y frontales del cuero cabelludo", destacan.

Uso de sombreros y gorros. No hay evidencia que confirme que la utilización de estos accesorios contribuya de algún modo a la caída del cabello, ya que el folículo no recibe el oxígeno del exterior, si no a través del torrente sanguíneo. Por tanto, el uso de cascos o gorros solo afecta al aspecto estético y no al desarrollo del pelo, e incluso los expertos aconsejan su uso durante los meses de verano para resguardar a nuestro pelo de los efectos negativos del sol.

Lavarse el pelo todos los días. La asiduidad con la que el pelo se debe lavar obedece a situaciones como las situaciones individuales de cada persona, tales como su producción de grasa o su actividad física, pero no tiene una relación directa con la presencia de la alopecia. No obstante, las características del champú que se utilice serán determinantes, al ser un cosmético capilar que puede dañar la piel del cuero cabelludo o el tallo del pelo. "Los productos capilares que usemos no tienen por qué influir directamente en la caída, aunque sí que pueden contribuir a ello si no tenemos una salud capilar adecuada con la cosmética apropiada", recalca el doctor.

El pelo graso tiene más tendencia a caerse. El exceso de grasa en el pelo no tiene por qué acarrear problemas de caída, aunque sí que afecta a la oxigenación del mismo; por lo que puede volverlo más débil al reducir el suministro de oxígeno y nutrientes. Por ello, se debe cuidar el cuero cabelludo con productos específicos y con una alimentación adecuada, con el fin de mantenerlo sin picores, caspa o exceso de grasa.

Cortarse el cabello a menudo. Cortarse el pelo con frecuencia no hará que éste crezca más rápido ni con más fuerza, ya que el corte no actúa sobre la raíz del folículo y, por tanto, no altera el ritmo de crecimiento determinado biológicamente. Sin embargo, contribuirá a mejorar su aspecto y calidad y lo protegerá de las diferentes agresiones externas que tienden a producir las puntas abiertas.

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