El periodista Chema Díez da su opinión sobre la situación de Unionistas y concluye que "la destitución de Dani Mori fue un error/capricho de los que mandan en el club"
Ocho jornadas (más la que no jugará ante el Extremadura) le restan a Unionistas para dar carpetazo a una temporada que se le está haciendo demasiado larga, mucho más de lo que se podía pensar a priori.
Hasta aquí soñó Unionistas, y no es poco, vistas sus posibilidades y los equipos contra los que competía por meterse entre los cinco primeros para jugar el play off de ascenso a Segunda División.
Nueve puntos separan a los de Ayllón de ese quinto puesto (tres más que tras la destitución de Dani Mori), sumando solo un punto de los últimos 18 en juego y con la sensación de que la temporada está hecha y que el equipo jugará un año más en Primera RFEF; un premio, sin duda, más que merecido.
Esta situación, que ya se veía desde jornadas atrás, no hace otra cosa que confirmar (de nuevo) que la destitución de Dani Mori fue un error/capricho de los que mandan en el club, con una explicación que cuesta mucho entender hoy en día. ¿Había necesidad o un interés especial? ¿Había algo más detrás? Sea como fuere, lo cierto es que el cambio no ha mejorado lo que había, al menos por el momento.
No obstante, el camino de Unionistas en esta temporada no ha sido malo, ni mucho menos, solo que las expectativas que habían creado han hecho que muchos vean como un fracaso lo que es un éxito; quizá ése haya sido el error. Ser ambicioso no tiene por qué estar reñido con aceptar la realidad, mucho más en un club que presume ser de la gente, popular y que dice creer en las personas.
Pero, ‘Errare humanum est’ y los que mandan en Unionistas deben recapacitar y pensar qué es lo que se ha hecho mal esta temporada para haber pasado de la ilusión y el éxito a un bofetón de realidad que a muchos les ha hecho ver una decepción donde debía haber cordura.
Quizá al final de esta temporada sea el momento de ver nuevas caras, de aportar nuevas ideas, de dar un cambio radical a la dirección del club no solo por lo que ha pasado esta temporada. A veces, escuchar siempre el mismo mensaje no es positivo, igual que ver a los mismos en los sitios de siempre. En ocasiones los cambios son necesarios, aunque uno piense que lo ha hecho todo bien; ésa es, sin duda, la mayor prueba de amor hacia un club.
Hasta aquí soñó Unionistas… y no es poco.