Una de las grandes olvidadas en los hogares españoles, a pesar de que una de las frutas con mayor número de minerales y vitaminas y con numerosas propiedades
A pesar de lo beneficiosas que son para nuestra salud y a que son la opción perfecta para comer entre horas, pero también para desayunos, postres y meriendas, solo 4 de cada 10 adultos consume al menos una fruta a diario, y normalmente suelen ser frutas fáciles de tomar como manzanas, peras, plátanos, mandarinas, fresas o kiwis.
Sin embargo, otras como la piña se han convertido en una de las grandes olvidadas en los hogares españoles, a pesar de que una de las frutas con mayor número de minerales y vitaminas y con numerosas propiedades que la convierten en una de las más completas para nuestra salud.
Por eso, de mano de nutritienda, te descubrimos los motivos por los que incluir la piña en tu lista de la compra y convertirla en una de las frutas que no puede faltar en tu día a día. De origen brasileño y con el nombre de ananás - que significa "fruta excelente" - es una fruta deliciosa y con muchos nutrientes.
Siempre ha sido un símbolo de lujo y hospitalidad, de hecho, en las cortes reales era un manjar que se consideraba signo de riqueza. Fue descubierta por Cristóbal Colón en América y la trajo a Europa, donde triunfó entre la clase adinerada ya que tenía un precio muy elevado. Dado el largo trayecto que tenía que recorrer, muchas veces llegaba podrida, por lo que intentaron cultivarla en Europa, creando invernaderos que imitasen el clima tropical. La fascinación por la fruta era tal que empezó a plasmarse en cuadros, arquitectura, antigüedades, e incluso, regalos para la realeza. Poco a poco esta fruta aumentó su demanda, y con ella, los precios se hicieron más asequibles. A día de hoy, se consume en cualquier época del año. Además de su delicioso sabor es una de las frutas con mayor número de minerales y vitaminas, por lo que la hace una de las frutas mejores para la salud.
Para saber cuándo la piña está lista para comer hay que fijarse en varias cosas: por un lado, las hojas deben estar verdes, si están marrones o con aspecto seco es que no está madura del todo o se ha pasado, además si se tira de las hojas deben desprenderse con facilidad. Si al tocarla los dedos se hunden significa que la piña está pasada, tiene que estar dura y debe pesar, ya que tiene mucho jugo en su interior. El color debe ser amarillento tirando a dorado, si tiene muchas zonas verdes es que todavía no está en su punto.
Hay muchas formas de pelar una piña, y últimamente se han vuelto virales muchos vídeos con explicaciones de cómo cortar y comer la piña a gajos. Pero las formas más tradicionales serían, por un lado, cortarla como si fuera un melón, para ello hay que cortar la base y la parte de arriba y partirla a tajadas y la otra manera, quitar también los extremos y luego apoyar la piña en la base y retirar la piel de arriba abajo, y una vez pelada cortar en rodajas.
Una vez partida la piña no hay que tardar mucho en consumirla porque se estropea, para que dure más hay que guardarla de forma hermética y taparla bien. Para los que no quieren consumir toda la piña en una sola vez una buena opción es partirla, meterla en bolsitas y congelarla. Si la congelación se hace de forma correcta el valor nutricional no cambia de forma significativa, por lo que su contenido en nutrientes es prácticamente el mismo. También se debe descongelar de forma correcta, es decir, lo mejor es que se descongele de forma lenta metido en el frigorífico y no a temperatura ambiente.
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