Las actuaciones acometidas en la Fortaleza han permitido su musealización y la creación de un singular espacio
“Bienvenidos, me presento: Soy Juana la Beltraneja. Permítanme que les guíe por la antigua fortaleza...”. Así se inicia el relato que guía a los visitantes de uno de los lugares más emblemáticos de la villa ledesmina es su Fortaleza, declarada Bien de Interés Cultural desde 1949. Las actuaciones acometidas para su puesta en valor han permitido su musealización y la creación de un singular espacio dentro del castillo.
Se trata de la Sala de las Sombras, un lugar que, sin duda, sorprenderá a los visitantes. Una sala en la que, a través de medios audiovisuales, diferentes personajes relatan historias y leyendas que permiten al visitante descubrir la historia de la villa ledesmina.
Aunque años atrás se habían acometido algunas actuaciones, como la rehabilitación de los accesos al Patio de Armas del Castillo, ha sido este 2021 cuando se ha completado su acondicionamiento y puesta en valor - saneado perimetral del pavimento del patio de armas, impermeabilización de la cubierta, limpieza de las estancias de la Torre Norte, nivelación del suelo de los adarves y limpieza de los lienzos y dotación de instalación eléctrica en todo el complejo-.
La Fortaleza es uno de los principales legados patrimoniales que custodia la villa dentro de su casco histórico, y cuyos orígenes se remontan a tiempos de Fernando II de León, en el siglo XII, si bien adquiere la forma definitiva con el primer Conde de Ledesma, Don Beltrán de la Cueva, en el siglo XV, noble que otorga escudo a la villa.
Ledesma también conserva gran parte de la muralla de piedra granítica que históricamente ha rodeado la villa en su totalidad.