En Martiago llevaron a cabo esta semana una manifestación, y en ambas localidades están recogiendo firmas
Los vecinos de Martiago y Sancti-Spíritus se encuentran totalmente indignados por el inminente cierre –está previsto para el 18 de marzo- de las oficinas que tiene en ambas localidades Unicaja Banco, que va a comenzar a ejecutar ese día una reordenación de sus oficinas en toda España tras el acuerdo de fusión al que llegó la entidad con Liberbank.
En concreto, el 18 de marzo echarán el cierre 143 oficinas de Unicaja Banco de todo el país, entre las que se encuentran 2 de las últimas 5 oficinas que tenía Unicaja en la comarca mirobrigense (según el listado oficial de la entidad), las de Martiago y Sancti-Spíritus. Cuando acabe la reestructuración, habrán cerrado 10 de las 41 oficinas que tiene la entidad en estos momentos en el global de la provincia.
Aunque posiblemente los esfuerzos serán en vano, tanto en Martiago como en Sancti-Spíritus se han empezado a mover para intentar evitar el cierre, iniciando recogidas virtuales de firmas en contra del cierre a través de la plataforma Change.org y llevando a cabo incluso en Martiago una manifestación el pasado lunes a las puertas de su oficina de Unicaja (que lleva abierta más de 50 años, “dando servicio a toca la comarca y a todos los que viven fuera y tienen su cuenta aquí para pagos e ingresos”). En esa manifestación, se recogieron otras 100 firmas de forma presencial.
Si ya de por sí se considera el cierre indignante, al tratarse de una pérdida más en el mundo rural de servicios fundamentales, en este caso se ve aún peor por el tipo de clientela que tienen estas oficinas: “la gran parte de la población es gente mayor, que no tiene preparación para tener acceso a las nuevas tecnologías, y por ello, a realizar las operaciones bancarias a través de Internet”, según apuntan desde las dos localidades afectadas.
Desde Martiago añaden por ejemplo que, “lejos de facilitarles las cosas” a las personas mayores, “les ponen horarios para sacar dinero, para ingresar, para hacer transferencias...”. En este sentido, ambas localidades recuerdan que en la actualidad las oficinas ya sólo abrían un día a la semana, lo que es “insuficiente; hay que venir muy pronto para esperar en la calle para ser atendidos y esperar largas colas”.
En el comunicado leído en Martiago el pasado lunes, expresaron que “para gestionar la PAC y cobrarla en Unicaja Banco, nos llaman; pero el resto de gestiones que tenemos que hacer a diario ya no les interesa”. La indignación crece tanto en Martiago como en Sancti-Spíritus cuando piensan que “se rescató a la banca con el dinero de todos y así se lo devuelven a los usuarios, con restricciones de servicios, cierre de sucursales y un alto pago de comisiones”.