“Justicia Social y Derechos”, este ha sido el lema bajo el que Cáritas Diocesana de Salamanca ha celebrado durante finales del mes pasado su Escuela de Formación Social. Ha desarrollado diferentes charlas con una temática variada, todas ellas arropadas por unos mismos valores y un mismo lema que era el punto de partida de todas ellas. Ha sido un espacio formativo abierto a toda la población, con el objetivo o pretensión de generar debate y reflexión sobre la realidad social. Esto es algo más que necesario en esa sociedad de lo “efímero” en la que vivimos, parar un momento a reflexionar sobre la realidad que hay a nuestro alrededor, aquella en la que vivimos y que la mayoría de las veces no alcanzamos a ver.
Hemos hablado de la Iglesia ante los derechos humanos con Vicente Martín, Delegado de Cáritas Española. En su ponencia, que inauguró la Escuela de Formación, hacía la siguiente declaración: “Vivimos en un mundo de sombras en el que crece la pobreza y menguan los derechos humanos, todos tenemos derechos, pero no todas las mismas oportunidades” aseguraba.
En la segunda conferencia, el tema de reflexión abordaba un derecho fundamental que jamás se debe menospreciar: El derecho a la Ciudadanía y a la Participación. Carlos García Andoin, Doctor en Ciencias Políticas y de la Administración, teólogo y psicólogo, fue el protagonista de la misma. Comenzó reflexionando sobre la declaración universal de los derechos humanos y hablando de los derechos sociales y políticos. En una segunda parte, abordó el tema de la crisis de representación política, en tiempos tan convulsos, y señaló sus posibles efectos. También se trató la realidad de la pandemia que estamos viviendo, el valor de democracia y lo que significa y la relación que puede llegar a tener con la religión. Finalizó con la siguiente idea: “Es lo que bien expresa el Consejo de Europa en su resolución sobre “Religión y Democracia”: “Democracia y religión no tienen por qué ser incompatibles. Más bien al contrario.”
Teo Corral, una religiosa perteneciente a la Congregación de Carmelitas de la Caridad de Vedruna, fue la ponente que puso fin a las conferencias de la Escuela de este año. Su reflexión giro entorno al derecho a la ternura y al cuidado desde el nacimiento, definiendo el cuidado como un modo de ser: “El cuidado es un modo de ser esencial, es mucho más que una acción, mucho más que hacer algo por alguien”. Finalizó su ponencia con la siguiente síntesis, una intervención que eriza la piel: “Poco a poco vendrá la luz. No siempre las personas que acuden a Cáritas van a comprobar que hemos estado, pero el estar ahí algún día dará sus frutos.” “Ojalá la ternura y cuidado se movilicen en todas las personas que estamos hoy aquí.”
Por último, se puso fin a la 37 edición de la escuela con un taller práctico y un posterior círculo de silencio arropado bajo el mismo lema.
Después de una semana de reflexión sobre la realidad social en clave a los Derechos fundamentales, ponemos el foco, a modo de síntesis, en los más vulnerables. Viendo la realidad social actual y teniendo en cuenta la actualidad internacional de los últimos días, estos derechos cobran aún mucha más importancia. Actuar en base a estos derechos es la única vía para avanzar como sociedad e intentar paliar los efectos de la pobreza y la exclusión. Como dice el Papa Francisco cada de nosotros estamos llamados a acompañar y dar voz a las personas que viven graves situaciones de desigualdad y pobreza, donde sus derechos no están respetados.
María Regadera Martín