La historia nos transmitió aquel partido de fútbol que paró la Primera Guerra Mundial por Navidad. Soldados alemanes y británicos acordaron, en la frontera franco-belga, una tregua a su enfrentamiento militar el 25 de diciembre de 1914 en la que el balón tuvo un papel fundamental.
En plena Primera Guerra Mundial, en el frente occidental, en un punto a lo largo de las trincheras que se extendían por Francia y Bélgica, el día de Navidad de 1914, los soldados alemanes y británicos protagonizaron una inesperada tregua: dejaron de matarse, salieron de las trincheras, confraternizaron, intercambiaron comida y cigarrillos, y acabaron disputando uno de los partidos de fútbol más célebres e inspiradores de la historia.
Aquella contienda se cobró la vida de 14 millones de personas. Y aquel episodio, llamémoslo futbolístico, aunque el terreno de juego fuera un barrizal y los únicos espectadores que asistieron a él eran unas alambradas retorcidas, fue un acontecimiento que confirió a aquellos fatídicos días un espíritu navideño que humanizó durante unos instantes una de las peores ocurrencias que ha tenido el ser humano: la guerra.
Algunos historiadores consideran que fue muy probable que aquella Navidad en el frente diera lugar a más de un partidillo de fútbol. Se cuenta que algunos de ellos se celebraban, ante la lógica ausencia de balones, con latas de conservas vacías. Pero a partir de la recopilación y análisis de historias, cartas y reportajes que se han escrito recordando aquella tregua navideña, el más recordado y célebre de los partidos jugados en tierra de nadie por los soldados ingleses y alemanes tuvo lugar cerca de la localidad belga de Ypres. No obstante, se sigue considerando incierto que aquello ocurriera.
Pero en este determinado momento sería muy bonito que algo así ocurriera. Antes que el “malencarado” Putin encuentre su acceso al mar quemando por el camino todo lo que se le pone a tiro. El futbol es un aglutinador si se le ayuda a ello, hasta el dueño del Chelsea está participando en conversaciones con los negociadores de la paz, de hecho ha puesto en venta su equipo y promete que las plus valías obtenidas las dedicará a Ucrania para subsanar los numerosos daños.