Las mujeres son las que más se interesan por el también denominado documento de instrucciones previas, un derecho que han ejercido un 17% más de salmantinos que en el año anterior
Un total de 2.253 salmantinos tienen inscrito su testamento vital -también denominado documento de instrucciones previas-, habiendo registrado durante 2021 un aumento del 17% en el número documentos inscritos respecto al año anterior, un 2020 que no debemos olvidar que estuvo marcado por la pandemia de la COVID-19 y por las restricciones a la movilidad. Durante el último año se han inscrito en el Registro de Instrucciones Previas de Castilla y León 245 documentos de salmantinos, si bien esta cifra es inferior a la registrada en el año anterior a la pandemia (en 2019 fueron 329, la más alta de la última década).
En el conjunto de Castilla y León se han inscrito un total de 1.387 documentos durante 2021, un 23,6% más que el año anterior. Este incremento, tal y como recoge el informe publicado esta semana por la Junta de Castilla y León, “se puede justificar debido a que en el año 2021 los ciudadanos han recuperado su actividad habitual, que en el año 2020 estuvo afectada por la entrada en vigor del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19”.
Desde que la Consejería de Sanidad puso en marcha este Registro, en 2008, hasta el 31 de diciembre de 2021 se han inscrito un total de 15.339 documentos de instrucciones previas. Atendiendo a los datos por provincias, Salamanca es la cuarta con mayor número de otorgantes, por detrás de Valladolid, León y Burgos (con 3.846, 2.890 y 2.760 testamentos vitales, respectivamente).
El testamento vital es un documento que recoge los deseos expresados, de forma anticipada, por una persona sobre los cuidados y tratamientos de salud que desea recibir para que sean tenidos en cuenta por el médico o por el equipo sanitario responsable de su asistencia en aquellos momentos en los que se encuentre incapacitado para expresarlos personalmente.
Asimismo, en dicho documento puede expresar su voluntad sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos una vez llegado su fallecimiento.
Desde el pasado mes de junio, fecha de entrada en vigor la Ley de Eutanasia, también se puede incluir la petición de ayuda para morir de esta forma cuando la persona se encuentre en una situación de padecimiento “grave, crónico e imposibilitante o de enfermedad grave e incurable con un sufrimiento insoportable que no puede ser aliviado en condiciones que considere aceptables”.
Las mujeres son las que más se interesan por ejercer este derecho, y esto también es extensivo a Salamanca. Del total de documentos inscritos en el Registro desde su entrada en vigor, 754 son hombres y 1.499 mujeres. La edad media de las personas que han inscrito un documento en el Registro es de 61,8 años.