Durante la jornada dominical ya no estuvieron los agentes de seguridad privada en las puertas de la muralla
A la hora de publicarse esta información, Ciudad Rodrigo está dando los últimos coletazos del Domingo de Carnaval 2022, que como marca la tradición ha vuelto a ser multitudinario. Aunque obviamente no ha reunido a tanta gente como el Sábado debido a que esta jornada ya no hubo ‘invasión estudiantil’, un vistazo a simple vista parece determinar que hubo cuanto menos la misma cantidad de gente disfrutando de la jornada en plena calle, establecimientos de hostelería o peñas, que en el Domingo de Carnaval 2020.
A ello favoreció que la jornada tuvo la compañía del sol, con una temperatura excelente, salvo en las primeras horas de la mañana. En concreto, el sol hizo acto de presencia justo coincidiendo con el encierro a caballo, sobre las 11.00 horas. En los prolegómenos, todavía con el cielo cubierto, la Peña La Polémika fue la encargada de abrir la fiesta dominical con su clásica procesión de San Pedrín, que incluyó tres paradas en el recorrido urbano del encierro, durante las cuales le dedicaron el cántico con el cual le piden protección.
Ese encierro a caballo también contó como es habitual con los almuerzos camperos de unos cuantos grupos de familiares y amigos en los laterales del recorrido del mismo, por donde también se pudieron ver agentes de la Guardia Nacional Republicana, que un Carnaval más se han acercado a Ciudad Rodrigo para colaborar con las fuerzas de seguridad españolas al hilo de la amplia asistencia de público portugués.
Finalizado el encierro, poco a poco todos los por allí congregados fueron subiendo hacia zonas como los barrios de Santa Ana o San Cristóbal, o el centro histórico (que ya no tuvo agentes de seguridad privada en sus entradas una vez se había marchado de Ciudad Rodrigo la legión de jóvenes que se acercó el Sábado), para empezar a disfrutar de la jornada festiva.
Como es habitual, en la animación de la jornada volvieron a ser clave las charangas locales, Santana, Manliao y Los Bemoles, a las que se sumaron un año más los miembros de una charanga llegada de Morata de Tajuña, cuya actuación incluyó por ejemplo la canción del Cumpleaños Feliz a una joven en pleno coso taurino a última hora de la mañana dominical.
Una de esas charangas, Los Bemoles, fue la encargada de animar con su música el habitual desfile del Bolsín Taurino Mirobrigense desde el Monumento al Maletilla situado en la Glorieta del Árbol Gordo hasta la Plaza Mayor, donde iban a actuar los novilleros considerados como Finalistas de esta edición (excepto el salmantino Esteban Tabernero debido a su lesión). En este sentido, tras el estandarte del Bolsín marcharon los cuatro jóvenes protagonistas (Tristán Barroso, Roberto Martín Jarocho, José Luis Gómez Cirugeda y Pedro Andrés Arija), a continuación los miembros del Bolsín y tras ellos la charanga.
Antes de comenzar la novillada en la Plaza Mayor (en cuya arena se pudo ver a Juan del Álamo), hubo una ‘actuación de urgencia’ en el coso, consistente en borrar una pintada con spray rosa que había sido realizada en una de las barreras. También antes de empezar la novillada, volvió a guardarse un minuto de silencio, que de nuevo no fue pleno por el bullicio procedente de todas las zonas del entorno del ágora donde había una ingente cantidad de personas pasándoselo en grande.
En este sentido, volvió a haber una gran concentración de público en la parte sur de la Plaza Mayor, en las calles Julián Sánchez, San Juan o Sánchez Arjona, en la Rúa del Sol gracias al establecimiento de hostelería allí ubicado, o en la Plazuela del Buen Alcalde, pese a que este año las peñas allí situadas no pueden servir el tradicional aperitivo a todos los que por allí se acercan. Este ambiente todavía duraba con la noche ya caída en Miróbriga, aprovechando que seguía haciendo una buena temperatura, dando la sensación que a última hora de la tarde había algo más de gente en la calle que en domingos de Carnaval anteriores.