Como se puede comprobar en la muestra, hay numerosos casos documentados de niños expósitos en Miróbriga
La Casa Municipal de la Cultura de Ciudad Rodrigo abrió sus puertas en la mañana del martes a una de las exposiciones más duras que ha acogido en sus salas: la muestra Vidas expuestas promovida por el Archivo Provincial de la Diputación de Salamanca sobre los niños expósitos de la provincia salmantina, es decir, aquellos niños que fueron abandonados en siglos pasados por distintas circunstancias (por falta de dinero, por honra, etc.).
Como se apuntó durante la inauguración, inicialmente los niños eran abandonados en instituciones eclesiásticas y otros entes de beneficencia, hasta que las administraciones públicas pasaron a hacerse cargo, a través de los hospicios, creándose de este modo el de Ciudad Rodrigo en el año 1783.
La muestra incluye precisamente la recreación de un torno, siendo el elemento más llamativo de todos los expuestos, empleándose distintas formas de presentar la información para ir ofreciendo una visión poliédrica del asunto. Como punto de partida, la exposición recoge los nombres de una serie de niños de la literatura a quienes también les tocó vivir sin sus padres, aunque por lo general sus historias acaban bien, mientras la de los niños expósitos solía hacerlo de forma “catastrófica”, como se puede ir comprobando en la muestra.
Así, en los distintos elementos se explican por ejemplo los motivos que llevaban al abandono, los lugares donde estuvieron las casas de expósitos, cómo eran abandonados los niños, quiénes se encargaban de alimentarlos (las amas de cría), o la pobreza que también había en los lugares donde los dejaban, lo que hacía que muchos no saliesen para adelante. Todo ello se acompaña de algunas cifras estadísticas muy llamativas, como que durante el siglo XVIII los niños expósitos en la provincia de Salamanca llegaron a ser en torno al 17% de nacimientos: de 1700 a 1725 se computan 3.163 niños abandonados; y entre finales de ese siglo y el primer cuarto del XIX, 5.764.
Según se apuntó en la mañana del martes, se conserva bastante documentación al respecto, incluso de forma previa a que surgiesen las diputaciones en el siglo XIX (se ha recopilado mucha información de instituciones eclesiásticas). El documento más antiguo que se conserva del abandono de un niño en la provincia de Salamanca data de 1620, y el más moderno, de 1949, figurando ambos en la muestra (ocultando los posibles datos personales), siendo todos los documentos “fragmentos de vida”.
Desde el punto de vista de las comisarias, los espectadores “salen tocados” de esta exposición, que se montó por primera vez en el Palacio de La Salina de Salamanca, y que ahora llega a Ciudad Rodrigo porque hay mucha documentación –y bien conservada- de casos de niños expósitos (al igual que en Béjar). Por parte de la Diputación asistieron a la inauguración, además de integrantes de su Archivo, el diputado por la comarca de Ciudad Rodrigo Marcelino Cordero, quién estuvo acompañado de unos cuantos miembros de la Corporación Municipal encabezados por el alcalde Marcos Iglesias, que señaló que “es duro, pero es parte de nuestra historia”.