Aunque la incidencia, y por tanto las infecciones, hayan comenzado a dar un respiro, conviene no bajar la guardia porque sigue por encima de 3.900
La sexta ola comienza a dar signos de desaceleración, y aunque todavía los indicadores epidemiológicos de la incidencia acumulada siguen en nivel de ‘riesgo muy alto’, al menos en lo que va de semana ha comenzado a descender. Si algo ha demostrado la nueva variante Ómicron es su rápida capacidad de contagio, por lo que todavía hay que ser prudentes y, aunque la incidencia, y por tanto las infecciones, hayan comenzado a dar un respiro, no bajar la guardia.
En Salamanca a lo largo de esta semana la incidencia acumulada a 14 días ha descendido en 366 puntos (entre el lunes y el jueves), situándose en los 3.917 casos por cada cien mil habitantes, según la última actualización de la Junta de Castilla y León. También ha descendido la incidencia acumulada a 7 días, situándose en 1.773 casos, lo que se traduce en un descenso de 429 puntos desde el pasado lunes.
En valores más altos se encuentra Salamanca capital, donde la incidencia a 14 días sigue por encima de los 4.400 casos por cada cien mil habitantes (4.484), mientras que a 7 días se sitúa en los 2.091 casos.
Asimismo, el índice reproductivo básico (R0), se sitúa en 0,80, lo que indica que la incidencia seguirá bajando, aunque queda por saber si lo hará a la misma velocidad de subida. Si este indicador baja significa que la expansión del coronavirus se está ralentizando y por lo tanto es más fácil de controlar.
Hay otro dato a tener en cuenta, y es que también se han reducido los hospitalizados, por debajo del centenar, tras una jornada (este jueves) en la que las altas hospitalarias superaron ampliamente a los nuevos ingresos (26 altas frente a 10 nuevos ingresos). No obstante, todavía son 99 los pacientes que se encuentran ingresados con COVID-19 en Salamanca.