Qué designio hay para el alma desnuda,
qué destino, misterio, verdad oculta
la lleva de la mano, futuro incierto,
del furor de las olas a un mar sin puerto.
Qué infeliz desatino, la vida duda
presa de la ignorancia, por senda oscura,
camina sin vereda, gran desaliento,
insistiendo, en desdicha, de su tormento.
Alma no regada es fulgor que fenece,
grandes cadenas la mantienen cautiva.
En alma cuidada semilla florece.
Recordad la enseñanza que da la vida:
El amor generoso la fortalece,
y alas despliega, flor agradecida.