CULTURA
Actualizado 21/01/2022 09:07:48
Vanesa Martins

SALAMANCA rtv AL DÍA habla con el artista, que estará este viernes y sábado en la capital charra con su nueva gira y firmando libros, para conocer su presente, su futuro y su pasado en nuestra ciudad

Andrés Suárez llega a Salamanca con en plena gira que lleva el mismo nombre. El cantautor gallego se encuentra en uno de sus mejores momentos a nivel profesional. Tiene casi todas las entradas vendidas para el concierto de este viernes en el Palacio de Congresos y el sábado estará en la Librería Santos Ochos firmando sus libros. SALAMANCA rtv AL DÍA ha hablado con él para conocer en qué momento llega, cuáles son sus sensaciones, cómo recuerda la Salamanca que conoció hace años y cuáles son sus planes de futuro.

Andrés, vienes a Salamanca por partida doble. El viernes concierto y el sábado firma de libros. ¿Qué sensaciones tienes?

La verdad es que estoy muy feliz porque es una ciudad que amo y que me trae muchos recuerdos. Hace un rato un gran amigo que tengo en Salamanca me ha enviado una foto de una vez que toqué allí en un bar pequeño, El Corrillo, y de eso hace como 15 o 16 años. Y de repente veo que vuelvo a Salamanca, que casi se llena el Palacio de Congresos, que viene gente de lejos, de diferentes partes, y eso es algo muy muy emocionante.

¿En qué momento llegas para subirte el escenario del Palacio de Congresos?

Ahora de lo único que puedo presumir en la vida es de lentitud, la gente piensa que alomejor yo llegué a Madrid y se llenó el Wizink Center, y para nada. Estuve varios años cantando para 10 personas, y eso es un honor, un privilegio. Parece que suena despectivo, pero para nada, tienes que cantar para los camareros, si no has cantado nunca para dos personas no vas a llegar nunca a cantar para 20. Y es maravilloso en este oficio cantar para 5, ¿qué ahora vienen más? Sí ¿Qué se venden más discos? Sí ¿Qué me va mejor? Por supuesto. Pero siendo él mismo que es lo importante. Sigo teniendo la misma intensidad, sigo amando mi trabajo por encima de todo que es sagrado en la música, respetando al público por encima de todo, gritándolo y dejándome la piel cada vez que subo a un escenario, y alomejor por eso vienen. Hoy en día hay tanta oferta, tanta música gratuita, que o das el 3000 por ciento, o la gente se mueve a otro lado. Yo cuando doy un concierto intento quedarme sin voz, quedarme sin espalda, moverme, saltar, porque esa intensidad es la que me hace estar muy muy vivo, y en esta etapa post-pandemia es importantísimo.

Algo que es muy importante porque luego el público lo nota…

¡Vaya si lo nota! Igual que notas un libro escrito con mal ganas, un abrazo mal abrazado, un beso flojo… es exactamente lo mismo. Una persona que se sube al escenario cansada y sin ganas, eso es una condena a tu carrera. Vas a cantar para cientos de personas que han apostado por ti. Y hace falta, porque llevamos dos años que la gente está cabreadísima con y lleva esto dentro.

La música ha sido gran compañera de muchas personas a lo largo de esta etapa, ¿la gente la música?

Yo no he ido a más conciertos en mi vida desde que se empezaron a dar después del confinamiento, porque si no yo me volvía loco. Y ahora que se está hablando tanto de la salud mental ¡qué maravilla!, creo que tenemos que tener muy presente tras el miedo, pánico, ansiedad, nerviosismo, dolor que llevamos sufriendo tanto tiempo… de corazón digo que cuando me voy al teatro a ver un monólogo, y estoy ese tiempo llorando de la risa, por fin me reconcilio con la vida y con el mundo. Y por fin estoy en un lugar que me agrada. Y creo que desde marzo de hace un tiempo no nos agrada a nadie nada, queremos que termine esta pesadilla de la extrema izquierda a la extrema derecha, de los 12 años a los 96, estamos todos en una situación límite y ojalá esta pesadilla termine pronto porque la cultura segura, te aseguro, que lo hace más llevadero.

Cambiando de tema, el sábado estarás en la librería Santos Ochoa firmando libros. ¿Cómo surgió el lanzarte al mundo de la literatura?

Pues esto tiene que ver con mi amigo y maestro Víctor Manuel. Hace ya bastantes años me pidió escribir el prólogo de sus memorias, y a mí la verdad es que me temblaban las piernas por dos cosas: por el honor que era, pero también porque yo no había escrito en mi vida otra cosa que no fuera una canción que no durara mucho más de 3 minutos. Entonces yo no me veía capacitado para escribir el prólogo a un maestro, probablemente de los mejores escritores de canciones en castellano, y de repente me vi escribiendo un prólogo, me vi capacitado para escribir. Y aquello despertó todo, a él le gustó, a él le emocionó, me lo agradeció y yo no me lo podía creer y pensé: si soy capaz de llenar dos folios en blanco…. Y por eso lo tomo con tanto respeto, no miedo, pero si respeto, empiezo escribiendo y pensando que algún día escribiré algo que se valga la pena publicar. Siempre recordando que uno es escritor de canciones, pues finalmente me convence para publicar, muchas veces, esas canciones que se quedaron fuera; otras veces fragmentos de algo que no sé ni yo que son, a veces son microrrelatos, otras veces es una cosa libre que trata de emocionar o de alcanzar a alguien, pero que la gente está recibiendo con cariño y eso es con lo que me quedo.

¿Qué plasmas o has intentado plasmar en ‘A través de los ojos’?

No es un libro pandémico a pesar de su título. La gente piensa que este libro nace a raíz de las mascarillas, pero no es verdad. Iba a ser una historia real, pensada y vivida en tercera persona. Antes, después de un concierto podías ir a un bar, y hablar con la gente que iba al concierto, ellos te contaban su historia, que habían puesto una canción tuya en su boda, que se habían casado con una canción mía de fondo y cosas así, ¡y eso es un privilegio, un honor!, pero se coló una pandemia mundial. Entonces aproveché la situación, escribí más, rompí hojas que amaba, pero me atreví a tomar prestada la mirada de ese año 2020. Y a mí me ayudó mucho porque me enfrenté a ese respeto a escribir que tenía, y eso hizo que las horas fuesen menos encerrado en casa.

¿Podemos decir que en el futuro vendrán más libros?

Ahora mismo no lo sé, yo amo mi trabajo, aunque escribir no lo considero un trabajo porque para mí es un honor, un placer, y trato de ejercitarlo mucho, de leer, de viajar, de probar vinos, acentos y paisajes nuevos. De nutrirme todo lo que pueda. Imagino que sí, pero a corto plazo lo que quiero es terminar la gira y darlo absolutamente todo en los conciertos que quedan. A partir de ahí debo también reposar un poco porque ha sido un año y medio muy intenso. Y una vez que esté reposado veremos que sale.

Conoces Salamanca, pero ¿has hecho turismo en la ciudad?

Tuve la oportunidad de conocer una Salamanca muy libre, y eso me lleva también a hacer un pequeño paralelismo con Santiago de Compostela. Eran ciudades universitarias, y cabe resaltar el planeta que había universitario y que al volver a la ciudad multiplicaba su población y sus ganas de ver, reír, vivir, de amar. Todo aquello me duele mucho recordarlo hablando de Santiago, y me lo llevo a Salamanca porque me recuerda mucho, sus piedras húmedas, su tierra permanente, no dormía. Y eso es algo que va ligado a la vida cultural, es decir, recuerdo que en Santiago había unos 80-90 bares donde había música en vivo y Salamanca era muy parecida. La primera vez que estuve en Salamanca sentía estar en casa y no había ido nunca. Era conciertos, bares, gente, monólogos, cuenta cuentos... entonces cuando vas poco a poco callando, silenciando a una ciudad... el silencio es la muerte. Me da pensar en la Salamanca de hace 15 o 20 años, en la que había tanta vida cultural, un lunes por la noche Salamanca no dormía, aquello era alucinante y yo alucinaba con ella. Yo estaba asustado de la gente que había, yo que soy de aldea a mucha honra y llegar a la Salamanca joven y libre de hace 15 años, acojona, la vida era esto. Y yo esto es lo que quiero recordar, y no quiero ser demasiado melancólico o nostálgico, ni añorar un pasado mejor. Lo mejor está por venir, siempre.

Para acabar, unas palabras para los salmantinos y salmantinas que acudan este finde semana al concierto y/o a la firma…

Lo único que puedo decirles es que va un gallego de aldea a mucha honra a contar sus historias, a intentar que rían, a intentar que lloren, a intentar que se emocionen, que le den la mano al de al lao, que, durante un rato, todo el que se pueda porque yo canto hasta que me echan, se evadan de la realidad conmigo, voy a intentar que se lo pasen muy bien. Que el tiempo y el dinero que han invertido por mí, valga la pena.

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