"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío
Con respecto a lo que está pasando en Adventia vs Cámara de Comercio/Confaes, he tenido muchas dudas si debería manifestarme o no, y una vez hecho sigo teniendo dudas de la conveniencia de haberlo realizado pues es bien sabido que mi silencio ha sido siempre respetuoso con las personas que me han sucedido, sin embargo lo que está ocurriendo con los emolumentos recibidos por los consejeros de Adventia y las críticas de que "todos son iguales" me obligan a expresarme e intentaré hacerlo con absoluta objetividad.
Efectivamente, todo lo realizado en Adventia para cobrar las dietas se ha hecho de "libro", solamente que se ha equivocado lo legal con lo legitimo y, sobre todo con lo justo. Bien es sabido que en ocasiones la legalidad y la justicia están a mil años luz de coincidir, pero más aun la legalidad y la ética y es este el caso que nos ocupa. Evidentemente es legal, existe acuerdo estatuario para el cobro de comisiones, lo aprueba el consejo de administración y lo ratifica la junta general. Nada que objetar respecto a legalidad. Pero veamos respecto a la ética.
No debo hablar de los anteriores representantes, pero en lo que respecta a mi persona, cobré de Adventia cuando esta sociedad era de Senasa y la Cámara no poseía más que un 10% simbólico del capital social, pero los ingresos íntegros que se recibieron se ingresaron en la tesorería de la Cámara de Comercio, porque se entendía que estaba en el cargo en representación de la institución; lo mismo ocurrió como consejero del Consejo Social de Usal, en el primer mandato se donaba a la universidad o se renunciaba a la dieta de asistencia y en el segundo se ingresaba directamente a la Cámara; como Presidente de Castilla y León Logística, CYLOG, no cobré jamás cantidad alguna; ni que decir tiene que tampoco lo hice como Presidente del centro aduanero, CITYCESA, ni del centro de transportes de Salamanca, CETRAMESA, ni de ninguna otra sociedad de capital, al igual que Adventia, porque entendía que estaba en representación de la Cámara de Comercio y nunca, jamás, a nivel personal. Pero más aun, en los seis años de Presidente de la Cámara de Comercio ningún plenario, fuera directivo o no, que asistiese a alguna institución o sociedad de capital recibió importe alguno que no fuera cubrir los gastos justificados realizados en sus desplazamientos fuera de la ciudad.
Ni quiero, ni entro a juzgar las acciones de los demás, menos aún de mis sucesores en diversos cargos, solamente quería dejar constancia de la gratuidad de todas y cada una de mis responsabilidades, y fueron muchas y de mayor enjundia.
Podría seguir enumerando las distintas representaciones que tuve en varias sociedades e instituciones pero sería prolijo e innecesario para el fin propuesto. Fue una etapa de mi vida de la que no renuncio pero que tampoco añoro lo más mínimo, como estamos en año teresiano diré "que cada día tiene su afán" y yo estoy ahora en otros y magníficos quehaceres.
Probablemente cometimos errores de mayor o menor calado, probablemente, pero creo que no todos somos iguales.