José Luis Retana expresó que “soy consciente de la dificultad de la tarea; es una situación nueva, para vosotros y para mí”
El que será a partir de este sábado nuevo Obispo de Ciudad Rodrigo, José Luis Retana, hizo en la mañana del viernes su entrada oficial en el territorio de la Diócesis Civitatense. Cumpliendo la tradición, esa entrada tuvo lugar por Villasrubias, al ser la primera localidad de la Diócesis que se puede encontrar viniendo por carretera desde el que ha sido su anterior destino, la Diócesis de Plasencia (en la que ha permanecido cuatro años y medio).
Mientras repicaban las campanas de la Iglesia de Villasrubias, José Luis Retana fue recibido a sus puertas por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo, Jesús García Burillo, quién se encargó de presentarle a los miembros del Colegio de Consultores de la Diócesis, a los presbíteros del Arciprestazgo al que pertenece Villasrubias, el de Águeda (que es responsabilidad in solidum de Antonio Risueño –que ejerce como arcipreste-, José Manuel Vidriales y Nicolás Chaves), a las religiosas que colaboran en el mismo, y a las autoridades locales, encabezadas por el alcalde, Juan José Moreno.
Una vez hechos los saludos pertinentes, se pasó al interior, donde hubo un sencillo acto, donde para empezar Antonio Risueño presentó a los responsables de las iglesias de cada localidad del Arciprestazgo, que estaban situados en el altar. A continuación, tomó la palabra Jesús García Burillo, quién se encargó de dar la bienvenida a José Luis Retana “a esta pequeña, sencilla, comunidad de Villasrubias, como lo es todo en Ciudad Rodrigo, menos el alma, que sí que es un alma grande, viva, que escucha la voluntad de Dios y trata de realizarla en su vida ordinaria”.
Burillo añadió que “estamos muy gozosos, muy contentos, que el Señor se haya fijado en ti para enviarte a esta Iglesia particular de Ciudad Rodrigo”, invitando a todos los diocesanos a que “le acojáis con afecto religioso, pero también con afecto humano”, “sabiendo que estás en tu casa”.
Precisamente, José Luis Retana relató a “los primeros rostros que veo en la Diócesis que me acoge” su estrecha vinculación con Jesús García Burillo, explicando que el “plan primitivo” era acogerle en la parroquia que dirigía en Ávila cuando Burillo dejase de ser Obispo abulense, pero “el plan se estropeó”, cuando Retana fue destinado como Obispo de Plasencia. Tras dejar el Obispado de Ávila, Burillo se marchó a Plasencia, donde pasó las Navidades de 2018, pero se volvieron a separar tras llamarle el Nuncio para que acudiese a Ciudad Rodrigo.
En palabras de Retana, Burillo “es un padre, nos hemos querido siempre”, pero “con unos planes distintos a los previstos”. Al respecto, remarcó las “carambolas extrañas” del Señor: “no estaba previsto un cambio así” (ya que sólo llevaba 4 años y medio como Obispo de Plasencia), y a la postre, “me recibe Don Jesús, cuando le iba a recibir yo en mi casa”; y “me reciben antiguos seminaristas, que yo les recibía en Salamanca” (cuando era rector del Teologado de Ávila en Salamanca).
A raíz de ello, José Luis Retana conoce “al grueso de los sacerdotes”, e igualmente “creo conocer de nombre todos los pueblos”, por lo que le han ido contando aquellos que fueron sus seminaristas. Según resaltó, “deseo conoceros y trabajar juntos, vengo a serviros”, añadiendo que “soy consciente de la dificultad de la tarea; es una situación nueva, para vosotros y para mí, pero vengo con la fuerza de otro más grande”.
Por último, habló de la necesidad de sacerdotes: “es la petición más grande que debemos hacer cada Diócesis, porque la problemática es la misma en todos los lugares”. José Luis Retana incidió en que “tenemos que empezar a trabajar juntos, uniendo fuerzas religiosos, seglares y sacerdotes; es el camino que nos tendremos que aventurar a hacer en el futuro”. Para rematar esta bienvenida en Villasrubias, hubo un vino español a las puertas de la Iglesia.