Ha acusado a la Junta de alegar que "no encontraba otra opción" que adjudicar a tres empresas la realización de dichos test
El Consejo de Enfermería de Castilla y León ha manifestado su "total desacuerdo" con la actual organización de la detección de infección por COVID-19 mediante test de antígenos por las unidades móviles a personas con síntomas y pacientes con positivo en farmacia para su confirmación, que están siendo realizados, según sostiene, por profesionales "que no están cualificados y autorizados para ello".
En un comunicado remitido a Europa Press, el Consejo ha acusado a la Junta de alegar que "no encontraba otra opción" que adjudicar a tres empresas la realización de dichos test, a pesar de que "nadie se ha puesto en contacto con este Consejo, ni con los Colegios Profesionales de Enfermería de las distintas provincias de la Comunidad para ayudar a su realización".
"No podemos entender ni admitir que una función que recae sobre los profesionales sanitarios cualificados sea realizada por personal de otras profesiones que no están preparados para ello", ha subrayado, por lo que ha indicado que está realizando "las acciones oportunas para llevar a cabo una denuncia por intrusismo profesional".
"Se firman convenios con empresas, pero esas empresas no garantizan que sean enfermeras quienes vayan a realizar este trabajo. Se debe exigir que el personal que se contrate sea profesionales sanitarios competentes porque no sólo es la determinación por el test, es también confirmación de positivos e indicaciones de las actuaciones que deben realizar que entra en el ámbito de educación sanitaria", añade el comunicado.
En este sentido, el Consejo advierte de que "se puede llegar a dudar de la fiabilidad del resultado de dichos cribados masivos", dado que se desconoce "si se han realizado con la praxis sanitaria necesaria para que sean del todo fiables".