El sol se asoma, casi imperceptible, entre unos brochazos gris perla que pintan el cielo. Las montañas se recortan, algo más oscuras, diseñando un horizonte ondulado y con picos. De pronto parecen olas inmóviles en día nublado que me hacen echar de menos el mar, su aroma, su eterno movimiento, su arrullo interminable… Si cierro los ojos, parece que puedo acariciarlo con la mirada…
Pienso que es increíble, a lo largo de la vida, todo lo que conocemos, todo lo que aprendemos, todo lo que saboreamos, aceptamos o rechazamos según afinidad, según la huella que nos deja o la vivencia que produce en cada uno de nosotros. Creo que sería inimaginable si pudiéramos contar cuántas experiencias vivimos, cuántas sensaciones tenemos, cuántos sonidos diferentes escuchamos, cuántos abrazos dimos, cuántas veces cerramos los ojos al besar o ser besados, cuántas imágenes convertidas en fotografía o en vivo presenciamos, cuántas flores se abrieron para regalarnos su aroma y sus colores, por cuántos paisajes viajamos, cuántos jardines paseamos agarrados, cuántos adoquines sintieron la alegría de nuestras pisadas…
Me entra curiosidad… Si pudiéramos poner número a las veces que hemos dicho buenos días, que hemos sonreído, que se nos han iluminado los ojos contando algo que nos gusta o alguna anécdota que nos ocurrió y que parecía increíble, cuántas notas han hecho vibrar nuestra alma al compás de esa música y cuánta queda por componer o por escuchar… Cuántas páginas hemos leído, cuántas se están creando en el mundo en este momento y esperan a que caminemos por sus renglones en silencio, dando pasos de alegría, de emoción, de suspense, de ternura, de miedo, de placer…
A donde no llegamos, llegan otros. Lo que ignoramos, no entendemos o no podemos hacer, lo realizan o lo explican quienes saben para que nos sea más fácil. Lo que no podemos decir, lo expresan otros. Cada vez que alguien investiga, escribe, reflexiona, trabaja, compone, informa, cura, crea, …, el mundo progresa, evoluciona.
Nos abrumaría conocer todo lo que ahora mismo, en diferentes disciplinas, artes, facetas, se está inventando, conociendo, indagando, concluyendo.
Nos asombraríamos si pudiéramos contar y numerar todo lo que hacemos cada uno de nosotros en solo doce meses, en todos los aspectos de nuestras vidas, y multiplicarlo por tantas personas similares que vivimos en el mismo edificio, calle, barrio, localidad, país, profesión…
¿Seríamos capaces de imaginar todo lo que, entre todos, podemos aportar, en tan solo 365 días, granito a granito, al funcionamiento cotidiano?
Todo un mundo por estrenar nos espera cada día. Lo recibimos con los brazos abiertos.
¡¡FELIZ AÑO!!