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"Pedimos demasiado pidiendo una vida mejor o al menos una que podamos permitirnos", afirma Tati Ballesteros, diplomada en Criminología por la USAL, y autora del vídeo adjunto, que va camino de convertirse en viral. En él denuncia que "la luz ha subido a niveles impensables, los sanitarios parece que solo son necesarios en tiempos de desgracia, los autónomos tampoco han tenido esa suerte, las mascarillas siguen encareciéndose".

Por estas y otras razones concluye que "los hechos nunca han importado menos de lo que importan hoy, vivimos en una época débil en la que ha disminuido tanto el valor de la percepción de la verdad que incluso aquellos que están en la cúspide del poder están bastante cómodos con que la verdad sea aquello de lo que puedan convencernos al resto".

Para Ballesteros, una joven segoviana, diplomada en Criminología por la Universidad de Salamanca, que se considera una filósofa y que ha publicado varios libros sobre crónica negra y una novela, dedicándose actualmente a la producción audiovisual, en la actual sociedad está "en tela de juicio la igualdad, la impunidad con la que se tratan los mensajes de odio que circulan por la cadena de comunicación más potente del mundo, las redes sociales". Además, lamenta que hay "más de 10 suicidios al día, que la salud mental no sea una prioridad, la impasibilidad ante las agresiones físicas que cada vez son más frecuentes, el olvido con los que más lo necesitan, el silencio ante las injusticias".

Por eso, argumenta que "no solo somos 47 millones de españoles, somos 7.000 millones de personas, todos humanos, cuanto más nos separemos entre nosotros más espacio hay para la inhumanidad".