Últimamente en las convenciones autonómicas del PSOE hay una sobrevaloración de la socialdemocracia, así tan mermada de los valores del auténtico socialismo, que no va a arreglar nada, apenas, la vida de la gente.
Sí, parece que sí, Pésanchez quiere perder las elecciones. La intención del voto directo, según numerosas encuestas (claro, menos las del CIS), se aleja de ¡Pésanchez y de Unidas Podemos. Desaparece prácticamente Cs; suma Vox al alirón con un subidón del PP, a pesar de los continuos errores y corruptelas de sus políticos, los de antes y los de ahora ¡Menudo panorama nos espera!
Y es que tanto PSOE como PP vuelven a sus casillas de salida ?a los errores de sus antepasados? y por tanto a mostrar antiguos ´pecados´ y tics políticos poco democráticos. En el PSOE, unos quieren retornar a la socialdemocracia pura con espadachines como Corcuera, F. González, Rodríguez Ibarra, etc., y otros mantienen un espíritu ?un talante? más progresista como Zapatero y otros miembros del actual gobierno.
En el PP añoran los tiempos de ´Mpuntorajoy´ y Aznar (el ´asnarismo´) y esa caterva de dirigentes encarcelados, imputados o sospechosos de corrupción y malas artes en la gestión publica.
Pues eso es lo que parece que viene. Así veremos, que aparte de la evanescencia de Ciudadanos, Unidas Podemos se resquebraja con una Izquierda cainita que se divide aún más. Mientras, otros izquierdistas abogan por la abstención ante tanto desatino del otra vez bipartidismo del PP y PSOE.
Varios exdirigentes y barones sociatas, de momento con la boca chica, añoran el gran pacto PP-PSOE, como si esto fuera Alemania y como si los sociatas de aquí fueron como los de allí. Pero ya se están acercando las distintas opiniones de muchos de ellos a la realidad de ese pacto.
Pésanchez está viendo las orejas al lobo electoral. Por ejemplo, tiene en contra que apenas sube ?porque no sabe o no quiere? el SMI. No se aclara con la engorrosa factura de la luz que endeuda a los ciudadanos más pobres. Con las pensiones va camino de ´pifiarla´? Y las mentiras de sus fatuas promesas han dejado al PSOE a los pies de los caballos de la derecha pepera. Andamos muy ´atrasados´ con la reforma de la ley mordaza. Y la laboral no sabemos si deroga o si se ´deja de rogar´ o es una solución descafeinada. Por otro lado, ya algunos analistas políticos vaticinan que Pésanchez perderá las elecciones si no arregla el problema de los interinos.
Para más inri, la Izquierda ?Izquierda? está más que harta de que Pésánchez sea tan condescendiente con Casado en el tema Consejo del Poder Judicial. Parece que nos obligan a hacer ´trágalas´ con este asunto ?como las que insinúa Odón Elorza al respecto? y así todos contentos, al nombramiento de Enrique Arnaldo, el magistrado de guardia del PP en el Constitucional. "Arnaldo no reúne las condiciones de ejemplaridad. Muchos votarán o votaremos con una pinza en la nariz". Pues no; así no.
La escasa recuperación de la economía española ?o su estancamiento? a pesar de las ayudas de la UE, compromete las expectativas de Pésanchez. Y los Tribunales superiores no hacen más que darle cogotazos condenando la mayoría de sus decretos de la pandemia. La irregular gestión de la Covid-19, tiene a millones de ciudadanos muy cabreados, y con razón.
Los impuestos han sido muy mal explicados. Y no se sabe de donde saldrán luego los dineros para tanta fiesta y demandas sociales: Sanidad, Educación, Cultura, ayudas sociales, etc.
Todo ello, unido al espinoso tema catalán y a la tan malparada unidad de España que pregona el PP, está utilizándose para acogotar al gobierno de coalición PSOE-U.P.
O se gobierna con entereza o pasa lo que está pasando, que el PP está pisando los talones a los socialistas; más bien ya les sobrepasa en intención de voto.
Quedan muchas cosas pendientes para que Pésanchez se defina ?y pronto? porque está Casado con el ´estilete´ preparado de mejorar su gestión para ser alternativa del Gobierno PSOE-UP.
Mientras, los progresistas se descorazonan. Y su creciente desafección con el régimen del 78 ?y hasta con el actual Gobierno? solo puede conducir a su inasistencia en las próximas citas electorales.
Apañados vamos si nos esperan próximas legislaturas con este PP acomplejado por la ultraderecha de Vox. Pero ¿es que hay otro? No se vislumbra algo nuevo en las filas de los populares capitaneados por Casado. No; no hay nada más que lo que vemos tras las paparruchas y bravuconadas de sus ´voceros´ como ´Teogea´, Cuca (Gamarra), el ´buenista´ Montesinos y las salidas de pata de banco de Maroto, el de la moto.
"Socialdemocracia, socialdemocracia, socialdemocracia", decenas de veces repitió el presidente Pésanchez esa palabra durante sus intervenciones en los distintos congresos autonómicos del PSOE. Así aseguró que es el "ideal político más moderno y avanzado de nuestro tiempo". Sin embargo, apenas apostó por un socialismo a secas sin adjetivos descafeinados, más propios de ´sociatas´ reformistas o centro-liberales.
Hay quien ve en esas convenciones un drástico giro al centro, pero en realidad, no es sino un regreso al punto de partida, a un PSOE en realidad bastante clásico, ubicado en el centro derecha-izquierda que, en realidad, nunca abandonó. Las palabras de Pésanchez podrían ser compartidas por los que en su día fueron sus enemigos internos, sobre todo en Ciudadanos y en el propio PSOE
Y la verdad, esta sobrevaloración de la socialdemocracia, así tan mermada de los valores del auténtico socialismo, no va a arreglar nada, apenas, la vida de la gente.
´El PSOE senior del 78´?, del que tanto alardea Rodríguez Ibarra, quiere un gran pacto con el PP, porque toda Izquierda que no sean ellos, son tildados de comunistas leninistas. Como esos demonios come niños, con cuernos y rabos granate, como nos contaban nuestras abuelas que decían de los ´rojos´ en la Dictadura franquista. Muy alejado del actual kit disfraz diablo de Halloween.
Pues eso, cada uno a salvar el culo y las prebendas en sus cuentas bancarias o en sus bolsillos. Ya saben, otra vez Pésanchez bailando la Yenka: "un, dos, tres, adelante, atrás, izquierda, derecha?"
Todo por aferrarse al casoplón de la Moncloa y a su avión F900B.