Sala de cirugía Renacimiento
En la Universidad de Bolonia (Norte de Italia) el fraile dominico, Teodorico (1205-1298), destacó por su habilidad quirúrgica y médica. Comenzó a utilizar esponjas empapadas en mandrágora y opio, los vapores desprendidos por estas plantas ocasionaban profundo sopor (Estado intermedio entre el sueño y la vigilia en el que todavía no se ha perdido la conciencia Está descrito este tipo de somnolencia como algo distinto del sueño inducido por las solanáceas o los trances visionarios causados por el efecto del opio" Para acelerar la recuperación de la consciencia, se hacía respirar vinagre empapado en una esponja o paño. Dicha técnica se mantuvo casi 300 años en Europa.
A medida que nos adentramos en el Renacimiento, la luz se hace fuerte y da comienzo el mamar a los pechos de la IMPRENTA, imprimir textos y divulgarlos a las recién creadas universidades. Lo que supuso un cambio radical en la concepción del mundo.
En 1499, el religioso Tomás Ortiz, deja en sus escritos beneficios y perjuicios de la coca. Juan de la Cosa ((Santoña, entre 1450 y 1460-Turbaco, 28 de febrero de 1510)? navegante y cartógrafo español participó en siete de los primeros viajes a América y dibujó el mapa más antiguo ?conservado- en el que aparece el continente americano) Veinte años más tarde el geógrafo de Colón, muere a causa de una flecha envenenada con curare . "Los curares" era el Chondrodendum tomentosum, crecía en el nacimiento del río Amazonas. Hoy en día, para numerosos grupos de indígenas amazónicos, el curare es "el arma que mata bajito", de ella se sirven para matar silenciosamente a monos, pájaros y pequeños felinos. Tuvieron que transcurrir 100 años (1595) para introducir el curare en Europa, hecho atribuible a Sir Walter Raleigh, primer importador de tabaco.
Paracelso, 1540, endulzó la comida de pollos y gallinas con un aceite de vitriolo, descubierto por Valerius Cordus (nació el 18 de febrero de 1515, en Turingia o Hesse ¿? Alemania, desde la infancia estuvo envuelto en el mundo de la ciencia, pues su padre, Euricius Cordus, fue médico de gran prestigio. Además de la medicina, a Valerius le apasionaba la botánica, con solo doce años, comenzó sus estudios en dicha área, aprendiendo también sobre farmacia, bajo la tutela de su padre. Ese mismo año, ingresó a la Universidad de Marburg, donde se licenció en 1931, decidió ampliar sus estudios trabajando como boticario en la Universidad de Leipzig. En 1539, ingresa en la Universidad de Wittenberg. Fue un apasionado del estudio desde muy corta edad)El vitriolo es ácido sulfúrico mezclado con alcohol caliente (éter sulfúrico). Al suministrarlo a las aves vio como caían en un profundo sueño... Se perdieron perdiéndose sus conclusiones en los archivos de Nüremberg, retrasando así, 300 años la aparición de la anestesia moderna)
Leonardo da Vinci hace una descripción anatómica de los nervios en el cuerpo humano y los relaciona directamente con el dolor, confirmando así la teoría galénica, el cerebro como motor central del dolor. Consideró el tercer ventrículo como estructura receptora de las sensaciones y la médula como conductora de estímulos. ¡Un verdadero genio!
Crioanalgesia se venía practicando desde culturas ancestrales (textos de Avicena año 1000). Clasificó los analgésicos: el narcótico más fuerte es el opio, el agua fría y el hielo los menos poderosos. Ambrosio Paré (1564), aplicó congelación en la zona dañada, actuando como "anestésico". Tomas Bartholin, 1661, usa la técnica quirúrgica de frotar nieve y hielo sobre el campo quirúrgico durante quince minutos.
Dominique-Jean Larrey, (1807) siendo Cirujano Mayor de Napoleón, escribió en su diario: con 19 grados bajo cero que soportamos durante la campaña rusa, nos permitieron hacer amputaciones en el campo de batalla con menor dolor para el herido.
José de Letamendi (1875) propone una técnica de anestesia local, aplicando objetos fríos directamente sobre el área a operar.
Gianbattista Porta (1589) cirujano napolitano, conseguía anestesiar a sus pacientes mediante un compuesto de hioscina, belladona, adormidera y solanum, calentando todo en un recipiente de plomo y haciendo inhalar el vapor desprendido.
Descartes (1664) aportó otro concepto: El dolor viaja por finas hebras a través del cuerpo. Apoyó con su teoría a Galeno, desacreditando a Aristóteles. Definía los nervios como "tubos" que transmitían sensaciones directamente al cerebro y de ahí a la glándula pineal. Esto queda gráficamente reflejado con un dibujo en su libro "L´Homme", sobre un niño y su pie asentado sobre fuego. El arquitecto inglés Christopher Wren y Daniel J. Mayor, 1656, inyectaban vino a un animal con el cañón de una pluma de pájaro y una vejiga de cerdo, basándose en los progresos realizados en 1616 por William Harvey sobre la circulación sanguínea. Se volvió a la concepción del corazón como origen del dolor. Se extendió el uso de Laudanum, mezcla de opio y vino de Jerez por Thomas Sydenham.
SIGLO XVIII EN ADELANTE
Debido al gran avance en anatomía, física y química, se pasa del tratamiento analgésico-anestésico completamente empírico a una época científica, la cual, perdura hasta nuestros días. El nacimiento de "la anestesia moderna" y la "analgesia farmacológica" marcó esta época.
Europa:
Durante el siglo XVIII aparecen dos corrientes frente al dolor; el mesmerismo, basado en el poder curativo de las manos, y otra fundamentada en los avances de la química moderna, el campo de los gases. Estos últimos van a impulsar el desarrollo de la anestesia.· Un misionero jesuita, José Gumilla, en 1745, dio una primera descripción del "ven no sutil" llamado ourari (curare), Sustancia pastosa de color parda extraída de diversas especies del género Strychnos toxifera, abundante en la cuenca de la Amazonía. Era utilizada por pueblos indígenas de América del Sur, África, Asia y Oceanía con el que emponzoñan las flechas para inmovilizar a sus presas
El término anestesia apareció por 1ª vez descrito en "An Universal Etymological English Dictionary" de Bailey (1721), como "un defecto de sensación", y en la Enciclopedia Británica (1771) como "privación de los sentidos En 1774 el sacerdote inglés, Joseph Priestley, teniendo referencia de los estudios de Boyle, descubre y prepara el oxígeno, óxido nitroso y nítrico. Nace, así, la neumoterapia, difundiéndose por toda Europa. Curry, en Inglaterra (1792), realiza por primera vez intubación endo-traqueal, sirviéndose exclusivamente de sus manos.
Durante más de 20 años, se consideraba el óxido nitroso mortal, pero en 1796 Humpry Davy, aprendiz de farmacia y ayudante de cirugía, decide aspirar el gas. En vez de fallecer, experimentó una serie de sensaciones placenteras. Un día, en la pequeña localidad inglesa de Penzance, inhaló el gas (nitrous oxide) varias veces para mitigar el dolor de una afección dental, dándose cuenta que era analgésico; podía masticar. Davy afirmaba que el óxido nitroso era capaz de calmar el dolor físico y podía ser usado con ventaja en las intervenciones quirúrgicas. Empezó a ser popular entre algún sector de la sociedad por sus "propiedades hilarantes" utilizándose a modo de diversión "ether parties" (fiestas de éter). El gas perdió credibilidad médica, fracasando de esta forma toda la corriente neumológica. H. Davy abandonó la "anestesia" dedicándose a la investigación de la física y química pura.
Siglo XIX:
Gay Lussac recibió la aparición de la morfina con entusiasmo, considerándolo "el medicamento más notable descubierto por el hombre". P. Syng, en USA (1800), describió las dosis necesarias de alcohol, para tratar fracturas, fue utilizada por los dentistas.
Michael Faraday, 1818, químico y físico inglés, alumno de Humphry Davy, publicó: " Inhalando una mezcla de vapores de éter con aire común se producen efectos similares a los observados por el óxido nitroso". Davy y Faraday estaban abriendo las puertas al futuro de la anestesia, aunque, como le ocurriera a Paracelso, no supieron darse cuenta de la transcendencia del descubrimiento.
El joven médico y cirujano británico Henry Hill Hickmann, (1823) no tenía el valor para soportar los gritos de los pacientes durante las operaciones quirúrgicas. Llevó a la práctica ensayos consistentes en anestesiar animales y operarles en estado de inconsciencia, inhalando CO2. Nunca le fue permitido el uso en humanos, intentando demostraciones en Londres y París. Hickman, fallece dos años después, a la edad de 29 años, sin ver cumplido el sueño de una cirugía sin dolor.
En Alemania se abre un nuevo campo a la investigación de principios activos procedentes de plantas. Serturner, farmacéutico en Westphalia, se dio cuenta que al tratar el opio con amoniaco observaba unos cristales blancos, que purificó con ácido sulfúrico y alcohol. Estos "residuos" producían sueño en los animales, lo denominó morfium (1804) en honor a Morfeo.
Al igual que Davy, probó la morfina durante una afección dental apreciando una considerable disminución del dolor. Serturner, desentrañaría los misterios del beleño, mandrágora, belladona... dejando de ser hierbas diabólicas, y pasar a la medicina como alcaloides y analgésicos.
E. Merck & Company comercializó por primera vez la morfina. Corría el año1827.
La destilación de alcohol mezclado con cloruro de calcio desarrollado por Samuel Guthrie (EE.UU.), Eugene Souberrain (Francia), y Justus von Liebing (Alemania), originó el descubrimiento del cloroformo. Cinco años más tarde se inventa la primera aguja metálica en Irlanda por F. Rynd. 1836
Crawford Williamson Long: modesto médico y dentista rural de 27 años, extrajo a un amigo, James Venable, un tumor en el cuello, después de adormilarlo con éter. Por primera vez en la historia del hombre pudo decirse: "se acabó el dolor". Long no había inventado el éter aunque era asiduo a reuniones donde inhalaban éter. Circulaban rumores en la ciudad de que Long estaba poniendo en peligro la vida de los pacientes, amenazado de linchamiento por sus conciudadanos, Long abandonó la práctica de la "anestesia". Nunca hizo público su descubrimiento y 4 años más tarde, un dentista, William Thomas Green Morton, publica los mismos hallazgos siendo este premiado con 100.000 dólares. Años después, la comunidad científica reconocía su error retirando la donación. Actualmente en EE.UU. se conmemora el 30 de marzo como "día del médico" en honor a Long y a su descubrimiento.
Muller establece en 1840 la importancia del sistema nervioso en la transmisión del dolor, poniendo las bases de la moderna neurofisiología. 1844. el Dr. Smile, Derby (New Hampshire), hizo respirar una mezcla de opio y éter a un sacerdote tuberculoso para aliviar tos y dolor.
Horacio Wells, joven dentista de la ciudad de Hartford (Connecticut), merece el honor de ser uno de los pilares de la anestesia moderna. Durante los días 10 y 11 de diciembre de 1844, mientras presenciaba una exhibición pública de gas hilarante, realizada, por Galdiner Quincy Colton, observó cómo uno de los presentes no padecía dolor alguno después de haber inhalado y haberse destrozado uno de sus muslos en una caída. Intrigado y buscando paliar el dolor de sus pacientes, inhaló él mismo el gas, se dejó extraer un diente por otro dentista sin dolor alguno. ¡Había nacido la anestesia moderna! Entusiasmado por el descubrimiento se dirigió al Hospital de Harvard (Massachussets) donde consiguió permiso, enero de 1885, para realizar una demostración. Esta resulta un rotundo fracaso, el paciente en mitad de la cirugía (extracción pieza dental) comenzó a gritar de dolor. Wells fue expulsado y tachándolo de impostor y farsante. Nuevos intentos en su ciudad le llevaron a administrar excesivas dosis de gas, provocando grandes sustos y fracasos. Fue encarcelado en Nueva York. Obsesionado y desanimado por su fracaso, con la anestesia y con el óxido nitroso, se suicida el 24 de enero de 1848, a los 33 años de edad, cortándose la arteria radial y femoral e inhalando cloroformo.
Un 30 de septiembre de 1846, William Thomas Green Morton , discípulo de Wells y dentista en Boston, administró anestesia a Eben H. Frost extrayendo exitosamente un diente y sin dolor. Frost había solicitado a Morton que le hipnotizara (mesmerismo), pero Morton, buscando un agente para aliviar el dolor, usa "letheon" (éter sulfúrico). La idea de la utilización de este gas la obtuvo, con toda probabilidad, de un profesor de química de la Facultad de Medicina, Charles T. Jackson, que, sin duda, sabía de los experimentos de Wells desde 1845. Morton hizo su primera demostración pública y premeditada, con éxito, haciendo inhalar éter sulfúrico como anestésico general en el Hospital General de Massachusetts. El paciente, un joven de 17 años, Gilbert Abbot, a quien el reconocido cirujano Collins Warren, le extirpó, sin dolor, un tumor cervical, dejando asombrados a todos los presentes. Esta fecha es considerada la "primera anestesia general". Desdichadamente no tenemos fotos de dicho acto, pues el fotógrafo se desmayo en dicha reunión. Oliver W. Holmes, decano de Harvard bautizó la técnica como "anestesia" en 1846.
Wells y Jackson acusaron de plagio a Morton. De todas formas nadie puede negar a William Morton, su mérito, en Europa y Estados Unidos tuvo un éxito fulgurante.
Morton empobrecido y desacreditado, "por sus compañeros", muere en Nueva York con 49 años, en un estado de completa confusión. Una vez muerto, y como casi siempre ocurre... los conciudadanos valoraron su hazaña inscribiendo en su tumba el epitafio: "Aquí yace W.T.G. Morton, el descubridor e inventor de la anestesia". Por él fueron vencidas y aniquilados los dolores del bisturí. Reconocimiento de los ciudadanos de Boston". Jackson, al tener conocimiento de esto, se sintió totalmente destrozado, alcoholizándose y muriendo en un hospicio a los 75 años. Rápidamente se difundía la noticia por toda Europa:
James Y. Simpson, obstetra de Edimburgo, el 19 de enero de 1847 introduce éter como anestésico en su especialidad, a pesar de que conservadores y religiosos estaban a favor del dolor durante el parto como un mandato celestial. El éter le fue sugerido por David Waldie. El Dr. Simpson, debido a la aparición de gases como el cloroformo o triclorometano (CHCl3), lo utilizaba por primera vez durante un parto, el 8 de noviembre en 1847. Este gas tenía ciertas ventajas sobre el éter, esencialmente que olía agradablemente y tenía menos efectos secundarios.
1847. John Snow, gran epidemiólogo inglés, dedico su vida científica al estudio del cólera, considerado como el primer hombre dedicado exclusivamente a la anestesista en la historia. En este año publica su libro "Sobre la inhalación del vapor de éter", en Londres y escribió otro libro; "Sobre cloroformo y otros anestésicos". Anestesió a 77 pacientes mujeres, pero fue el día 7 de abril de 1853 cuando J. Snow administra cloroformo a la Reina Victoria para dar a luz su octavo hijo, el príncipe Leopoldo, eliminando así el estigma del dolor durante el parto.
La cirugía avanzó considerablemente gracias a la anestesia, pudiéndose realizar grandes operaciones. Tras la euforia viene la preocupación, pues, a medida que se empleaban en más y más lugares, la cifra de accidentes mortales demostraba que aquel precioso regalo? no estaba exento de riesgos y peligros.
En la segunda mitad del siglo XIX se producen grandes descubrimientos farmacológicos y es remarcable el gran despegue de la morfina y coca en todo el mundo. Charles Gabriel Pravaz, natural de Isére, Francia, inventa la jeringa en 1851. Como anestésico local, J. Arnott en 1852, emplea una mezcla de hielo y sal en la zona quirúrgica.
El opio fue introducido en el Imperio Británico por los romanos, a través de Las Cruzadas, siglos XI al XIII por Medio Oriente.
El auge de la morfina:
Erróneamente se tiende a asociar el opio a la cultura china, pero su introducción fue mínima durante el siglo IX. El opio fue utilizado por el Imperio Británico como moneda de cambio en la importación de té durante el siglo XVIII; es aquí cuando se produce el gran consumo en la población china. Sobre el año 1830 los británicos habían recaudado cerca de 12 millones de dólares al año. La popularidad del opio y su consumo se dispararon en los siglos XVIII-XIX, era barato, de libre circulación, bebido como sustituyente de la ginebra y bien visto en clases sociale altas.
El rey Jorge IV fue tratado por dolores abdominales frecuentemente. Gente como Charles Dickens y Arthur Conan Doyle eran asiduos a su consumo. En 1853, la esposa de un médico de Edimburgo, Alexander Wood, padecía un cáncer incurable; él, inventó la aguja hipodérmica, para inyectar morfina a su esposa. Esta fue la primera en recibir esta droga por vía endovenosa y ser la primera en adquirir el "hábito de la aguja". Tres años después y gracias a la primera fábrica de agujas en EE.UU., la morfina desplazó definitivamente al opio en mundo occidental.
La morfina o como era llamada por las jóvenes de clase acomodada, MORFI pasa a ser el analgésico por excelencia de uso burgués y selectivo. Intelectuales y profesionales (abogados, médicos enfermeras, farmacéuticos y políticos) usaban la "droga mágica". Bismark abusaba de la morfina en vísperas de la guerra Franco-Prusiana. Williams S. Halssted, fundador del John Hopkins, Baltimore, era adicto. Westphol, neurólogo, se cortó las venas con trozos de una jarra por causa del abuso morfínico. Emperador Maximiliano y Wagner consumían grandes cantidades. Poetas, como Byron lo usaba a causa de sus fracasos matrimoniales, su amigo y confidente Shelly para sus cefaleas, Lamb para resfriados, Crabbe por padecer vértigo y Keats por diversión.
En la Guerra Civil Americana (1861-65) la morfina era empleada masivamente aliviando el sufrimiento de los heridos. Nacía de esta manera la "Army disease", es decir, la drogodependencia. Se hizo popular entre las jóvenes, llevarla en el bolso en forma de pastillas o láminas.