"Está cediendo el terreno mucho y las baldosas están muy sueltas y se está abriendo una fisura en la calzada del lado del muro", manifestaba un vecino
"No es peligroso, pero es una imagen penosa de algo recién terminado". Son palabras de uno de los vecinos que camina habitualmente por el paseo de la Transición Española, inaugurado hace casi un año y que ha permitidoque los cerca de 3.000 vecinos de Huerta Otea, pudiesen reducir el tiempo de sus traslados al centro y a otras zonas de la ciudad.
Y es que, como explicaba el citado viandante, "está cediendo el terreno mucho, las baldosas están muy sueltas y se está abriendo una fisura en la calzada del lado del muro". De hecho, para evitar incidentes, la zona se ha vallado, una solución que los vecinos esperan que sea solo provisional.
Fotos de Guillermo García