Benjamín, clon del artista, deleitó a un público entregado en la actuación programada por el Ayuntamiento de la villa
La actuación estaba prevista para las pasadas semi-fiestas de agosto, pero problemas de salud del intérprete impidieron que se pudiera realizar entonces. Pero Julio Iglesias es mucho Julio Iglesias, y el Ayuntamiento decidió que, aunque fuera en la víspera de Los Santos, se tenía que realizar en Lumbrales. Y anoche, en petit comité pero con una enorme actuación, Benjamín-Julio Iglesias consiguió caldear a su auditorio como si del propio artista se tratara. Será difícil, no obstante, que la natalidad aumente un 30% -como le aseguraron al cantante que había sucedido en Vitigudino tras su actuación el pasado verano-, pero sólo porque la edad media de los que allí estábamos no cumplía los requisitos para tanto optimismo.
El Tributo a Julio Iglesias de Benjamín es un auténtico espectáculo, tanto por su extraordinario parecido con el original como por su, sin duda, nivel muy superior de humor y buen rollo. A Benjamín se le vio disfrutar en el escenario del Centro Cultural de Lumbrales, y su actitud fue contagiosa, como le demostró un público entregado al final del concierto.
Un repaso exhaustivo de las mejores canciones de Iglesias salpicado de anécdotas y experiencias que iba desgranando el artista con gran sentido del humor a lo largo de los casi 90 minutos de canciones y risas. No faltó, tampoco, la nota sentimental, dedicando una de sus canciones, 'La Vida sigue igual', a los fallecidos durante los últimos meses por la fatal pandemia que todavía nos amenaza.
El artista agradeció la generosidad y la humanidad del Ayuntamiento de Lumbrales al haberle dado esta segunda oportunidad, así como el detalle de desbrozar una finca para que pudiera aterrizar en la villa con su avión privado. Ahora el Consistorio tendrá que meditar si, en el barbecho que ha quedado, siembra patatas o algún otro tipo de cultivo. No estaría de más que hicieran un referéndum para decidirlo.