Castilla y León es una de las comunidades autónomas en la que más de la mitad de las viviendas se construyeron hace más de cuatro décadas
El 50,4% de las viviendas de Salamanca (un total de 231.291) tiene 40 o más años de antigüedad. Es decir, prácticamente una de dos viviendas supera las cuatro décadas, según un estudio realizado por la plataforma inmobiliaria Idealista a partir de los datos del Catastro. Porcentaje que es aún mayor si nos ceñimos exclusivamente a los datos de la capital, un 55,6%.
En el conjunto de Castilla y León, las viviendas con 40 o más años de antigüedad alcanzan el 54% del parque residencial, siendo una de las comunidades autónomas en la que más de la mitad de las viviendas se construyeron hace más de cuatro décadas. La provincia con el parque de viviendas más envejecido es Zamora (58%), mientras que Segovia es la única provincia de la Comunidad con la mayoría de las viviendas por debajo de los 40 años de antigüedad.
En el conjunto de España, de las provincias con mayor parque residencial -por encima del millón de viviendas censadas-, Madrid, Barcelona y Valencia, son las que cuentan con un parque residencial más envejecido, con un 54,8%, un 65,5% y un 58,6% de sus casas con 40 años o más de antigüedad.
Precisamente, impulsar la rehabilitación de viviendas es uno de los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), con reformas normativas y un paquete de deducciones que alcanzan hasta el 60% en el IRPF. El decreto ley, aprobado con amplia mayoría del Congreso de los Diputados esta semana, introduce tres nuevas deducciones en el IRPF a aplicar sobre las cantidades invertidas en obras de rehabilitación que contribuyan a alcanzar determinadas mejoras de la eficiencia energética de la vivienda habitual y en los edificios residenciales, acreditadas a través de certificado de eficiencia energética
La medida está financiada con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) aprobado por la Unión Europa y forma parte de la inversión contemplada en 'Programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales', dotado con 3.420 millones de euros, de los que 450 millones se destinarán inicialmente para financiar los incentivos fiscales.
La primera de las deducciones, del 20% hasta un máximo de 5.000 euros por vivienda, se aplica por actuaciones que reduzcan un 7% la demanda de calefacción y refrigeración en vivienda habitual, según certificado de eficiencia energética de la vivienda.
La segunda deducción alcanza el 40%, hasta un máximo de 7.500 euros por vivienda, por actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación energética alcanzando las letras 'A' o 'B' en vivienda habitual.
La última bonificación es una deducción del 60%, hasta un máximo de 15.000 euros por vivienda, por actuaciones que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación alcanzando las letras 'A' o 'B' en edificios residenciales.
El periodo de aplicación de las tres deducciones será desde la entrada en vigor del decreto hasta 31 de diciembre de 2022, debiendo tratarse de la vivienda habitual del contribuyente, o que esté destinada o vaya a destinarse al alquiler como vivienda habitual.