Se llama Felipe del Castillo Madrid y su historia es la de la vocación, la entrega y la devoción por un oficio, que comenzó siendo voluntario casi de cuna y que hoy, rozando el merecido descanso profesional tras una vida entregada, no deja de mostrar su cariño por aquello que casi ha mamado: Ser Bombero.
Actualmente Felipe es el jefe de Bomberos del Parque comarcal de Peñaranda, adscrito a la Diputación de Salamanca. En el lleva 40 años y en un servicio que comenzaba desde bien joven. "Empecé aquí con 20 años como voluntario gracias al empuje de mi padre, algo que vivía de manera más intensa durante el incendio de la iglesia parroquial de Peñaranda, en el año 1971. Esto suponía mucho más que una experiencia profesional y personal" asegura.
Hoy en día coordina un parque que cuenta con 10 voluntarios más, aparte de el mismo, quienes se organizan a través de un engranaje que funciona a la perfección. "Nos adaptamos a la situación. En cuanto nos llega una llamada nos ponemos en funcionamiento. El aviso me llega a mí y a partir de este localizo a quienes se encuentran cerca o con mayor libertad para poder acudir y atender la urgencia" explica Felipe.
Una tarea que también deja recuerdos inolvidables como el vivido hace más de 25 años en un espectacular incendio que abarcaba más de 25 kilómetros en su recorrido. "Una de las situaciones más tensas que hemos vivido se produjo durante el incendio que comenzaba en Tordillos y llegaba al Campo de Peñaranda. En el vivimos una situación complicada porque no nos mandaban más refuerzos, no dábamos a basto?recuerdo como saltaba las carreteras y continuaba?a partir de ahí ya se incorporaron más medios como emisoras y mayores equipaciones".
Una labor que hoy, con las nuevas tecnologías y el avance de la tecnología, les permite estar constantemente conectados con el Parque Central de Diputación en Villares de la Reina, a través del que coordinan labores y apoyos, en caso de que la situación revista
una gravedad mayor de la pensada en un primer momento de la actuación.
Un Parque, el de Peñaranda, que simboliza el refugio para un total de 40 pequeños municipios entre las comarcas peñarandia y la de Alba de Tormes, a las que se añaden algunas localidades más de diferentes territorios cercanos, que también están unidas a él.
Hoy en día, tal y como explica Felipe, el parque de Peñaranda dispone de 4 vehículos, además de tecnología actual para poder realizar las actuaciones con total garantía. Una flota y unas equipaciones que han trabajado de manera intensiva durante este 2021 ya que, solo en lo que llevamos de año, han realizado un total de 81 actuaciones, aunque si hablamos de este verano, Felipe asegura que "no recuerdo uno así. Hemos tenido algún incendio pequeño pero de ninguna manera lo que se preveía que podría ser".
La savia de este parque son sin duda los voluntarios, abnegados por un oficio que les ocupa y preocupa desde que llega el aviso de emergencia. Una labor sobre la que Felipe destaca que lo son "porque les gusta. Hay algunos que incluso ya están preparándose para ser Bombero profesional ya en parques como el de Villares de la Reina? pero sobre todo están porque les gusta", algo que ha quedado todavía más subrayado durante la pandemia, cuando los efectivos de los bomberos peñarandinos han colaborado activamente llevando comida a los domicilios de la gente que iba al comedor social, además de hacer entregas de medicación a personas mayores, sin olvidar la importante labor que desarrollaban en la desinfección de calles en diferentes pueblos.
Una vida y una profesión que ya tiene muy cercano un merecido retiro y descanso, aunque Felipe no esconde su emoción cuando piensa en ese más que inminente momento. "Lo voy a echar mucho de menos cuando me jubile. Me llevo muchos recuerdos pero sobre todo la satisfacción de salvar a la gente en accidentes o incendios. Esa sensación no la voy a olvidar nunca".