Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué para darte por mi pecho
las letras de marfil que dicen "siempre,
siempre, siempre", jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.
FEDERICO GARCÍA LORCA, 'Gacela del amor imprevisto', en Diwan del Tamarit, 1931-34.
(La diputada de un partido ultraderechista y reaccionario español, afirma en sede parlamentaria que, si estuviese vivo, el poeta Federico García Lorca, asesinado en 1936 por los golpistas ultraderechistas y reaccionarios españoles, votaría a su partido. Ante tal injuria, algunas fuerzas parlamentarias han reaccionado lógicamente escandalizadas por la inmensa falacia tergiversadora y el hipócrita descaro de semejante y perversa boutade. Pero ninguna contestación, ningún escándalo y ninguna indignación, será más efectiva para desautorizar y despreciar al fascismo rampante que, aunque nunca lo conseguirá, una y otra vez intenta insultar nuestra memoria y, sobre todo, la de Federico, que las palabras del poeta: libres, claras, inmensas en una belleza que los parásitos del miedo que quieren robar su nombre, jamás sabrán entender).