El concierto se desarrolló en la Plazuela del Castillo, que se bloqueó al tránsito y a la visión por todos sus accesos
Dos años después de su multitudinaria actuación en la Catedral de Santa María (con 550 espectadores), programada para conmemorar el 75º Aniversario de la Declaración de Ciudad Rodrigo como Conjunto Histórico-Artístico, el 130º Aniversario de la Declaración de la propia Catedral como Monumento Nacional, y el 250º Aniversario de la fundación del Seminario San Cayetano, el gaitero Carlos Núñez regresó en la noche del viernes a Miróbriga para ofrecer otro concierto, que de nuevo volvió a suscitar una gran respuesta por parte del público mirobrigense, congregándose más de 350 espectadores.
A diferencia de su primera visita, este concierto se desarrolló al aire libre, en la Plazuela del Castillo (el escenario se montó junto al verraco), que se bloqueó por completo para impedir el tránsito por la misma, e incluso la visión de todos aquellos que no hubiesen pagado los 22? que costaba la entrada. De este modo, no se pudo ir de la Batería a Juan Arias o viceversa, y ni siquiera subir desde la Puerta de La Colada hacia la Plazuela del Castillo. El concierto, promovido por la Fundación Ciudad Rodrigo con la colaboración del Ayuntamiento, comenzó todavía con luz diurna, marchándose poco a poco el sol al fondo hasta acabar con la noche caída, todo ello, soplando un notable viento fresco.
El propio artista se mostró encantado de poder volver a Ciudad Rodrigo (ya se pretendió que actuase el año pasado en la Plazuela de Herrasti, pero se tuvo que suspender por la pandemia), considerándolo un lugar maravilloso, en esta ocasión para celebrar el 25º aniversario del lanzamiento de su primer disco, titulado A Irmandade das Estrelas, del cual precisamente este viernes se lanzó una reedición, según explicó el propio artista. Carlos Núñez estuvo acompañado sobre el escenario de varios artistas más, incluido alguno foráneo, ofreciendo un concierto de lo más didáctico al público congregado.